Marisela figura en la historia del atletismo como una de las más destacadas atletas de esa disciplina, con brillantes actuaciones en el país y el exterior

Marisela Peralta Febrillet se siente muy orgullosa de ser la segunda mujer deportista de la República Dominicana en asistir a unos Juegos Olímpicos en Moscú en l980. Ella aún recuerda con alegría el hecho de haber sido escogida por el Comité Olímpico Dominicano como la abanderada de la delegación dominicana.
Y es que su incursión en el atletismo se lo debe a su tía Aracelis Peralta, que la llevaba a escondidas a las prácticas, ya que sus padres, al principio, no querían que practicara esa disciplina, sino tenis de campo o un deporte más suave, por considerar que el atletismo era un deporte muy fuerte, y requería de mucho tiempo y sacrificio.

Peralta Febrillet, quien se crió en el Ensanche Quisqueya, recuerda que inició su carrera atlética meses antes de las competencias de los XII Juegos Centroamericanos y del Caribe que se celebraron en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte y cerró su ciclo con los Juegos Santiago 86.

1. Oposición de sus padres
A principio mis padres se oponían a que me dedicara al atletismo. Ellos querían que practicara tenis de campo o un deporte más suave, porque entendían que el atletismo era un deporte muy fuerte, que requería de mucho tiempo, sacrificio, pues era el más exigente de todos, pero luego se fueron adaptando y lo aceptaron, porque se dieron cuenta que era mi deporte favorito. En esa época, el pueblo dominicano tampoco aceptaba que una mujer sobresaliera con tanto éxito en esa disciplina.

2. Sus inicios en el deporte
Me inicié en los deportes por medio de mi tía Aracelis que me llevaba a escondidas a correr; para entonces estudiaba en el Colegio Quisqueya. Recuerdo que me integré al deporte seis meses antes de la celebración de los 12 Juegos Centroamericanos y del Caribe, que se celebraron en el país en 1974. Esos meses antes me pusieron a correr y vieron que tenía las condiciones y, aunque era muy ñoña, y a veces me desmayaba en los entrenamientos, siempre seguía adelante.

3. Preparación académica
Estudié medicina veterinaria y Comunicación Social en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), además soy fotógrafa profesional. Tenía una pequeña clínica con la cual duré varios años, pero como me gustaba tanto el deporte, me dediqué más a esa disciplina, y a entrenar a los atletas en un gimnasio que tengo por más de 25 años, desde cuando era atleta, se llama “Gimnasio de Alto Rendimiento Marisela Peralta”, en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte. Ese local me lo donó el fenecido presidente Joaquín Balaguer. Desde entonces trabajo para crear atletas y para que los deportistas de diferentes disciplinas se preparen ahí físicamente. Al gimnasio también asisten niños con condiciones especiales, como Síndrome de Down, que van a participar en las olimpiadas especiales, personas de escasos recursos, así como público en general. De ahí han surgido muchos atletas que hoy día son glorias del deporte.

4. Operada dos veces
En 1979 me accidenté en Colombia, quince días antes de participar en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Medellín, pero no dije nada, porque quería competir en esos juegos. Con el paso de los días sentía que perdía la audición, pero aun así competí en esos juegos y obtuve la medalla de plata en los 100 Metros con Valla. Aunque seguía perdiendo la audición, me quedé callada. Luego de esos juegos nos fuimos para Alemania, donde duramos varios años entrenando para los Juegos Panamericanos. Recuerdo, que estando allá, me hicieron unos exámenes, y me dijeron que tenía los huesitos del Trapecio rotos. Como era menor de edad, y no andaba con mis padres, no me quisieron operar, entonces tuve que venir al país. Estando aquí, la directiva del Comité Olímpico me llevó a un otorrino en Puerto Rico y me operaron, pero ya había perdido mucho la audición.

5. Momentos importantes
En mi vida he tenido muchos momentos importantes. Uno de ellos fue cuando Jaycees´72 me escogió entre las jóvenes más sobresalientes de la República Dominicana. Otro fue cuando el presidente Balaguer me entregó la Medalla al Mérito de la Mujer Dominicana. Fue el momento más grande para mí como atleta. Recuerdo que él me preguntó que qué quería que me diera y le dije que no quería nada, sólo que me entregara mi medalla, porque no estaba acostumbrada a pedir. He recibido muchas medallas y nunca me han dado un apartamento, ni nada, lo más grande que me han dado es ser inmortal del deporte dominicano. Un momento emotivo fue cuando llevé la Bandera Dominicana en los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980. Soy la primera mujer dominicana que lleva la bandera de su país en la inauguración de los Juegos Olímpicos. Recuerdo que iba llorando por toda la pista, porque para mí fue de mucho orgullo. También entregué la bandera en los Juegos Centroamericanos del Caribe de Medellín, en nombre de los atletas que participaron en el mismo. Fui reconocida en la Gala de Mujeres Ejemplares del Deporte como “Mujer Ejemplar” por el Día Internacional de la Mujer; y el Ministerio de Trabajo me reconoció con la medalla al Mérito del Trabajo, entre otras condecoraciones.

6. Grandes amigos
Dentro de los inmortales del deporte que estuvieron junto a mi está Patricia Candelario, que fue una gran atleta en los 400 Metros con valla; Leyda Castro, que competíamos juntas; Juan Núñez, Divina Estrella, y un sin número de atletas de otras disciplinas que siempre estamos unidos. Cuento además, con una buena amiga, Mirna Vargas, puertorriqueña radicada en Estados Unidos, a quien conocí por medio de un amigo puertorriqueño que siempre visito y ella es su cuñada. Ella pasaba por un sufrimiento fuerte luego de la muerte de su esposo, entonces la invité a mi casa y de ahí surgió entre nosotras una gran amistad. Estando en mi casa, ella notó que no oía mucho y prometió ayudarme. Un día llamó para decirme que tenía el médico que me iba a volver a operar, entonces me fui a Estados Unidos. Ella, junto a sus hijos, me ayudó a pagar la operación. Aquí no ayudan a nadie, y menos si ya no estás dentro de las competencias. Por lo menos tengo mi sueldo y mi preparación académica, y eso me ha ayudado mucho. Ahora escucho un poco mejor, y me estoy adaptando a los sonidos que no escuchaba antes.

7. Experiencia periodística
Comencé mi práctica periodística en El Nuevo Diario, en sus inicios. En ese entonces tenía en mi casa un cuarto de revelado de fotografía y del periódico iban a revelar sus fotos. Duré siente años con un programa que se llamaba “Dos para el deporte”, con el periodista Tomás Montás (El Diablo Montás). Cada tarde nos reuníamos en una emisora que quedaba en la Avenida San Martín, cerca de Radio Televisión Dominicana, que era de Hatuey Decamps, pero al quitar la emisora, tuvimos que quitar el programa y no nos juntamos más. Escribí para Listín Diario, y para El Nacional colaboré como fotógrafa.

8. Concursos de fotografía
Gané dos concursos de fotografía: uno en Estados Unidos que se llamaba “Mis Adorables Perros de América”, en el que participé con una foto de un perrito lampiño que tengo, y el otro fue un concurso de perros callejeros, aquí en el país, que hizo la Fundación la Casa de los Perros.

9. Práctica Deportiva
Actualmente estoy concentrada en la preparación física de los atletas de las Fuerzas Armadas, porque los juegos militares son en febrero próximo. Soy teniente coronel, subdirectora del Departamento de Deportes de la Armada Dominicana, y la primera mujer en la armada dominicana. Pertenezco a la Asociación Mundial de Atletas Olímpicos, compuesta por los atletas que fuimos a los Juegos Olímpicos, y pertenezco al Comité de Veteranos de los Inmortales, que escogen a los nuevos inmortales del deporte.

10. Dedicada a su madre
Luego que me retiré de los deportes en 1986, después de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Santiago 86, me dediqué a cuidar a mis padres y a compartir con ellos. Mi padre, Ramón Peralta Gómez, un agrónomo y filósofo, falleció hace unos seis meses, y mi madre, Eva Febrillet de Peralta se encuentra delicada de salud. Siempre estoy con ella, acompañándole y dándole todo mi amor, luchando hasta el final. Además, estoy concentrada en ayudar a los niños de escasos recursos en un campo de Najayo, y a los que viven en los bateyes, los incentivo para que estudien y practiquen algún deporte. Cada año, a través de Facebook, solicito ayuda para ellos, y recibo muchas donaciones de mochilas, útiles escolares, ropa y juguetes, entre otros regalos. Yo no tengo fundación, no me gustan, ni tampoco pido dinero, solo esos enseres para llevarles a ellos un poco de esperanza.

Juegos Olímpicos de Moscú en 1980

En 1975 participé en los VIl Juegos Deportivos Panamericanos, celebrados en México, donde quedé finalista en la competencia de los 100 Metros con Valla. En 1976 participé en el Campeonato de Atletismo, celebrado también en México, donde logré la plata en los 100 Metros Planos, y ese mismo año obtuve dos medallas de oro y una de bronce en los Juegos Deportivos Universitarios Centroamericanos y del Caribe.

Luego, en 1977, participé en el Campeonato Mundial Universitario celebrado en Bulgaria, llegando hasta las finales en la competencia de los 100 Metros con Vallas, y el año siguiente conquisté medalla de plata en la misma especialidad en los Juegos Deportivos Universitarios escenificados en Colombia.

Fui finalista nuevamente en los Mundiales Universitarios, celebrados en Rumanía en 1978. Ese mismo año, actué en los Juegos Universitarios, celebrados en Venezuela, donde alcancé dos medallas de oro en 100 Metros con Vallas y Pentatlón, y medalla de bronce en salto alto. Ese mismo año obtuve medalla de plata en Cuba en la prueba de 100 Metros con Vallas. En 1986 me retiré en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Santiago 86, allí obtuve la medalla de plata en 100 metros con obstáculos.

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Mis padres siempre estaban buscando un momento para pasarla conmigo, porque cuando uno es un deportista de alto rendimiento casi no tiene tiempo para compartir con la familia.

Trabas
Pude levantarme de todos los obstáculos que tenía cuando corría, gracias a mi entrenador Rafael Germes (Papo), que es como mi padre. Él me enseñó todo lo que sé del atletismo y de preparación física en general.

Un deseo
Sueño con tener mi gimnasio en mejores condiciones, porque es un lugar donde enseño a los jóvenes lo que aprendí durante mi carrera”.

Exhortación
Siempre aconsejo a los jóvenes que practiquen algún deporte, pero que se prepararse académicamente, porque he visto atletas que no estudiaron y están pasando trabajo”.

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