Representantes de organizaciones internacionales explicaron la importancia de ser resistentes a los eventos

El quinto encuentro internacional “Ganancias Sostenibles 2018”, que organiza la Red Nacional de Apoyo Empresarial a la Protección Ambiental (ECORED) se convirtió ayer en un llamado de atención al Gobierno y al sector privado para que estos sectores creen mecanismos de resistencia ante los desastres naturales.

El presidente de ECORED, Rafael Izquierdo, abogó por la aplicación de una efectiva gestión de riesgos que minimice las consecuencias de los fenómenos naturales, tras explicar que la República Dominicana, por su condición de isla, está expuesta a catástrofes, situación que según él se agrava porque “somos uno de los 10 países del mundo con mayores posibilidades de ser afectados por el cambio climático”.

Al ofrecer las palabras de apertura del encuentro internacional, Izquierdo señaló que las alertas en cuanto a esto ya están dadas, además de que hay ejemplos cercanos, como el caso de Puerto Rico.

“Las alertas están dadas, ejemplos cercanos y recientes tenemos muchos, como el de Puerto Rico, por lo que aprender de la experiencia de esa nación y comenzar a gestionar el riesgo de desastres es fundamental para lograr el desarrollo sostenible y el cumplimiento de las metas contenidas en el “ODS 11 sobre Ciudades y comunidades sostenibles para que éstas sean inclusivas, seguras y resilientes”, dijo.

PNUD dice la RD está preparada para enfrentar fenómenos
Sobre el caso particular de Puerto Rico, el representante de residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en el país, Lorenzo Jiménez de Luis, aseguró que la República Dominicana está “muy bien pertrechada para hacer frente a un evento de esa naturaleza” y que otra cosa diferente sería si ocurriese un terremoto de una gran magnitud.

Durante su discurso, Jiménez de Luis sostuvo que los eventos desastrosos son un factor que además de frenar el desarrollo socioeconómico del país, son un elemento que aumenta el riesgo del sector privado y pueden hacer menos competitiva la actividad productiva.

Frente a esto, el representante del PNUD refirió que la preparación ante desastres debe ser una responsabilidad compartida entre los gobiernos, el sector privado y la ciudadanía.

“La cooperación entre el gobierno y el sector privado en la respuesta a desastres no es nueva y se ha venido dando de manera espontánea siempre que ocurre un desastre como reflejo y expresión de la solidaridad y la responsabilidad social empresarial. Sin embargo, es factible mejorar y potenciar los mecanismos de cooperación que puede ofrecer el sector privado al gobierno de tal forma que sean más eficaces y contribuyan a la reducción del riesgo en todas sus fases: prevención, preparación, mitigación, recuperación, y no solo la respuesta”, agregó.

Mencionó que esos mismos mecanismos de cooperación entre ambas partes, le permiten al sector productivo protegerse antes eventos adversos, para fortalecer sus programas de reducción de riesgos, preparación para la respuesta ante crisis y para la recuperación de sus actividades.

“Las telecomunicaciones, la energía eléctrica, el suministro de combustibles, la reposición de alimentos y de productos de primera necesidad, el acceso a servicios financieros, son ejemplos entre muchos otros, de actividades en el que el sector privado juega un papel esencial para atender las necesidades de los ciudadanos luego de un desastre. ¿Qué pasaría si la oferta de estos bienes y servicios colapsaran? ¿No haría más difícil la respuesta inmediata y más lenta la recuperación? Por otro lado, ¿qué pasaría con la rentabilidad del negocio?”, observó.

Indicó, en ese sentido, que la gestión de riesgos puede traer altos dividendos sociales y económicos para el sector privado, por lo que considera que esto debe ser parte de sus políticas de seguridad y sostenibilidad.

Especialista afirma se necesita más ambición global
De su lado, la especialista ambiental y social principal del Departamento de Desarrollo Sostenible de la Corporación Financiera Internacional (IFC) del Grupo Banco Mundial, Josefina Doumbia, apuntó que se para manejar los efectos del cambio climático se necesita más ambición global para manejarlo, ya sea adaptando o mitigando.

Manifestó que es de urgencia para el sector privado el empezar a identificar los riesgos potenciales asociados al negocio.
“El cambio climático es una realidad que requiere urgente respuesta para nuestros clientes y la Corporación Financiera Internacional”, subrayó.

Al hablar sobre el plan de implementación climática que ejecuta la Corporación Financiera Internacional (IFC), Josefina Doumbia dijo que dentro de este programa está aumentar las inversiones en aspectos climáticos a un 28% del total; maximizar el impacto, así como tomar consideraciones en el riesgo climático.

Expertos trataron sobre la vulnerabilidad

En el bloque de charlas cortas del encuentro se analizó sobre “La República Dominicana, su vulnerabilidad y sus estrategias para la resiliencia”, a cargo de Alexis Cruz, director de la Unidad de Análisis Económico y Social del Ministerio de Economía Planificación y Desarrollo; Miguel Villaman, presidente de la Cámara Dominicana de Aseguradores y Reaseguradores; Juan Carlos Orrego, consultor del PNUD y de Ángel Camacho, economista del gabinete de coordinación de políticas sociales de la Vicepresidencia de la República. También hubo una sesión de experiencias prácticas titulada “La continuidad de negocios y la sostenibilidad”, que tuvo como expositores a Roberto Herrera, director ejecutivo de Consorcio Energético Punta Cana-Macao; Ernesto Izquierdo, presidente del Grupo Universal y Alejandro Ramírez, presidente de Cemex Dominicana.

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