Decepcionante la situación generada por la Ley de Partidos; le han llovido recursos de inconstitucionalidad desde distintos litorales. Sobraría decir “aquellos vientos trajeron estos lodos”, recordando que durante la discusión congresual fue advertido, específicamente por el expresidente Leonel Fernández, que la norma contrariaba la libertad de asociación, derecho fundamental constitucional. El Constitucional hablará pero a simple vista ciudadana parece lógico que si pertenezco a una asociación privada, llámese club social o partido político, una norma externa no puede perjudicar mi derecho interno, lo que hace la ley 33-18 y ha motivado rechazo en peledeístas y miembros de otros partidos. No parece tener sentido, más bien un exceso legislativo. Fernández, razonablemente, mantiene su postura de cara a la reunión del Comité Central.

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