Aunque el origen de esta tradición procede de tribus celtas (Europa), todavía hay personas que lo asocian a los Estados Unidos

Como muchas otras tradiciones foráneas, los domicanos festejan la fiesta de Halloween, también conocida como “Noche de Brujas” y “Noche de Víspera de Difuntos”, la cual se celebra hoy. Quienes no conocen su verdadero origen, suelen asociarlo a los Estados Unidos, sin embargo, lejos de esta realidad, esta tradición tuvo su génesis hace más de dos mil años en el pueblo guerrero de los Celtas asentado en las zonas de Inglaterra, Escocia, Irlanda y Francia. Para ellos, el Año Nuevo iniciaba el 1 noviembre y la noche del 31 de octubre cuando organizaban la fiesta pagana del Samhain (el señor de la muerte, cuyo significado, literalmente era “fin del Verano”).

De acuerdo a datos consultados, este pueblo estaba convencido de que la noche antes del Año Nuevo, la línea que separa el mundo de los vivos del de los muertos, se borraba, y éstos, podían regresar. Además, la presencia de los espíritus facilitaba a los druidas (sacerdotes celtas) la predicción del futuro, lo que les ayudaría a sobrellevar el duro invierno.

No obstante, cuando el Imperio Romano invade al pueblo Celta, la tradición es asumida por ellos, y le varían su significado.

Tiempo después, al expandirse el cristianismo, en una época en la que predominaban las fiestas paganas, la Iglesia reemplazó esta celebración por una fiesta cristiana, naciendo así el Día de Todos los Santos (1 de noviembre).

LLegada a los Estados Unidos

En la segunda mitad del siglo XIX, con la inmigración de europeos a Estados Unidos, específicamente en 1846, cuando llegaron los irlandeses católicos, éstos llevaron consigo la tradición, y los americanos comenzaron a disfrazarse y a visitar casas pidiendo alimento y dinero. De ahí, nace la famosa frase “truco o trato”, donde los niños solicitan golosinas la noche de Halloween. La marcada influencia de esta celebración siguió traspasando fronteras y ganando simpatizantes. Cabe destacar que la tradición pasó de Europa a Estados Unidos, luego a Latinoamérica y al Caribe.

¿Por qué la calabaza?

La calabaza encendida o Jack-o’-Lantern está asociada a Halloween. Tradicionalmente, se utilizaba para ahuyentar a las brujas y malos espirítus. Las fuentes consultadas hablan de una historia en la que un tal Jack hizo un pacto con el diablo y se vió condenado a rondar por las noches, iluminando su camino con un trozo de carbón incandescente dentro de un nabo tallado con agujeros.

Los lugareños empezaron a cargar las “linternas de jack” por las aldeas y las dejaban encendidas frente a las casas en la noche de Halloween.

Debido a que había un excedente de calabazas en Estados Unidos, y a que eran más fáciles de vaciar y tallar, los nabos fueron siendo sustituidos por este fruto conviertiéndose así en un símbolo de la celebración.

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