Lo ratifico: El boxeo, con todos sus segmentos, sigue marginado por un organismo llamado Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano.
No era mi intención volver a escribir sobre el tema. Ya he escrito varios veces con relación a esto.
Una vieja entidad que ya hay que cambiarle el nombre y bautizarla -como ya lo hice- con este mote: “Pabellón del Olvido”. El próximo domingo habrá un nuevo ceremonial en el que serán exaltados más inmortales del deporte nacional.
El doctor Dionisio Guzmán, caro amigo y quien reemplazó en la presidencia del Pabellón del Deporte Dominicano al jurista Luis Scheker Ortiz, no ha hecho caso a los reclamos de dirigentes del boxeo, así como entrenadores, promotores y periodistas.
Guzmán ha seguido los pasos (negativos) dados por Scheker Ortiz, quien durante su gestión, fue un acérrimo enemigo del boxeo.
De nuevo, como ha ocurrido en los últimos diez años -salvo tal vez tres excepciones, una de las cuales corresponde a Bienvenido Solano-, en el acto del domingo no será exaltado ningún miembro del boxeo.
Julio César Green, único púgil dominicano ganador de dos coronas mundiales en el peso mediano, sigue ausente de la inmortalidad.
Green anda por esas calles de Dios sin ninguna protección, arropado por la pobreza y a cada momento diciendo: “Pero por qué yo no soy inmortal”. Tampoco es inmortal, como lo escribí en varios artículos, el reputado abogado Ramón Pina Acevedo (QEPD), quien durante 24 años ejerció como Comisionado Nacional de Boxeo.
Además, presidió dos veces la Organización Mundial de Boxeo (OMB) y fue galardonado en varias ocasiones por organismos mundiales.
Sin justificación
No hay ninguna justificación para que el boxeo sea marginado por los indolentes del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano.
El conocido organismo, en cada ceremonial que realiza, exalta a por lo menos tres atletas de béisbol y hasta a gente que no tiene ningún mérito.
¿Por qué el boxeo sigue marginado?
