Un grupo de agrupaciones encabezadas por la de mayor peso específico, la Federación Nacional de Transporte la Nueva Opción (Fenatrano), convoca una paralización de actividades durante 24 horas en el Gran Santo Domingo para el próximo martes 27 de este mes.Esa convocatoria tiene como precedente una paralización en varias comunidades del Cibao, el 29 de octubre, que se desarrolló con algún éxito, en atención a la perspectiva de sus organizadores. Ocurrió en medio de un incremento de los apagones por amplias zonas del territorio nacional, acompañado por sucesivos aumentos de precios de los combustibles y accesoriamente de los pasajes. Parecía que se estaba ante una coyuntura favorable a las protestas y a la movilización.

Al calor de ese temperamento, los organizadores de la protesta del Cibao entendieron que las condiciones estaban dadas para materializar un paro similar en el Gran Santo Domingo, y el pasado 10 de este mes reafirmaron su convocatoria.

Sin embargo, es más que perceptible que los factores coyunturales que estimularon las protestas del Cibao han cambiado. Si bien persisten los consabidos males de fondo que afectan a los sectores más disminuidos de la sociedad, el caldo de cultivo de la coyuntura desapareció. Las bajas sucesivas en los precios de los combustibles y una reducción de los apagones tienden atenuar la irritación social.

Además, noviembre es la puerta de las festividades de fin de año. Estimular protestas a fin de este mes no luce inteligente. Más bien podría reflejar una obtusa vocación luchista de sus auspiciadores.

En esas condiciones, una convocatoria a huelga con resultados adversos a sus auspiciadores, agregará frustración social, incluso, entre quienes creen que es necesario protestar, y necesariamente, entre los ciudadanos que están centrados en el trabajo y en el cumplimiento de sus deberes.

Todo eso, al margen de que la promoción de esa convocatoria es prácticamente inexistente. Consultadas varias personas acerca de si sabían que diferentes organizaciones convocaron a una paralización en la capital el próximo martes dijeron que no saben nada o que habían “oído algo”.

Si el martes se logra al menos trastornar algunas rutas de transporte, obviamente se deberá a la capacidad operativa de Fenatrano, que controla importantes rutas en el Gran Santo Domingo.

Pero es un despropósito.

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