¡No negocies tus alturas!

Si tu lucha parece estéril, no desesperes, intenta nuevamente, el éxito prueba a sus escogidos y llega repentinamente tras tediosos intentos. Un intento no es sinónimo de fracaso, pues justo después de un ocaso es cuando la luz aparece más potente. Requerirás persistencia y enfoque para alcanzar esa altura a la que perteneces, ese nivel para el que estás diseñado. La gallina vuela a una determinada altura, el gorrión se mueven en espacios diferentes pero la altura de un águila solo la describe con precisión otra águila. Escucha verdades que te eleven y refinen tu actitud para alinearla a tu propósito. Los desafíos y procesos son una forma de transporte que nos llevan al lugar de destino, si perteneces a las alturas, no temerás volar sino perder el rumbo.