Autoridades tienen el reto de establecer un orden en el transporte, servicios públicos y territorial

Las mayores quejas de las personas por el congestionamiento y la contaminación del Gran Santo Domingo suelen explicarse en el cúmulo de vehículos y el desorden del tránsito, sin considerar el impacto de sus 2 millones 374 mil 370 habitantes, según el censo del año 2010 presentado por la Oficina Nacional de Estadística (ONE) y un crecimiento desordenado, por no decir brutal, que amenaza la vida en condiciones mínimas de urbanidad.

La principal metrópoli del país ha sido transformada por un crecimiento acelerado desde 1996. Sin embargo, las autoridades no han sido capaces de ganar la batalla para imponer orden en todos los aspectos que conlleva la vida urbana, en el transporte, la recogida y disposición final de los desechos sólidos, uso de aguas servidas y subterráneas, más la contaminación excesiva de monóxido de carbono, visual y sónica, además de unos mecanismos débiles para aplicar las normas regulatorias.
Asimismo, la carencia de parqueos para la gran demanda que existe en la ciudad que posee el 41% del total de vehículos del país, según el informe del año 2018 de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), que provoca estancamientos automovilísticos a cualquier hora del día y dificultad para la movilidad peatonal.

Por otro lado, decenas de tarantines que ocupan los espacios públicos como aceras, puentes peatonales y parte de las calles. Igualmente los talleres de reparación de vehículos y motores que obstaculizan las vías de los sectores más populosos de Santo Domingo. También el contraste entre las zonas de torres lujosas y los barrios marginados que poseen limitación de los servicios básicos; agua potable, energía eléctrica, seguridad ciudadana y un techo digno.

Estas situaciones suponen un reto para el desarrollo de la perspectiva de ciudad moderna y marca país como han planteado las instituciones gubernamentales de cara al futuro. Los profesionales del urbanismo en reiteradas ocasiones han planteado programas y métodos para solucionar esta problemática que afecta la ciudad. Por tal razón, la Facultad de Arquitectura y Artes de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU) y la Mesa Metropolitana de Arquitectura y Urbanismo han elaborado lo que llaman “Carta de Santo Domingo”, donde proponen soluciones sobre la base de cinco temas manejados por varios grupos de trabajo: actividades productivas, vivienda, facilidades sociales, transporte (infraestructura gris) y medioambiente (infraestructura verde).

La Mesa Metropolitana

“La Mesa Metropolitana de Arquitectura y Urbanismo es un espacio plural donde se plantean soluciones a los problemas urbanos de Santo Domingo y el país en sentido general. La idea es plantear criterios para que las diferentes instancias que manejan el territorio resuelvan los problemas principales de la ciudad”, dijo Omar Rancier Valdez, decano de la Facultad de Arquitectura y Artes de la Unphu.

Rancier Valdez, también encargado de Formulación de Políticas y Planes de Ordenamiento y Desarrollo Territorial del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), indicó a elCaribe que una de las causales más importantes en el tema del crecimiento y decrecimiento de las ciudades es la falta de una planificación del territorio, así como la ausencia de una visión de la “territorialización” de la inversión pública que permita el desarrollo local, en particular de ciudades intermedias y en la zona fronteriza donde existe un decrecimiento poblacional producto de la migración interna hacia las grandes ciudades como Santo Domingo y Santiago. Además, señala que en el corredor central y la ciudad de Higüey en la Región Este se produce un engrosamiento desordenado y un aumento de la marginalidad y la pobreza que agrava la situación.

Mesas de trabajo

Las propuestas al ordenamiento territorial han sido segmentadas por mesas de trabajo, las cuales enumeran de la siguiente manera:

Transporte: “La segmentación y la anarquía dentro del sector público en conjunto con las soluciones planteadas por el Estado, no son las más eficientes para la movilización de las grandes masas, pues no dan abasto a las necesidades de estas; dando así cabida al incremento en el uso del trasporte privado que actualmente satura y produce hipertrofia en la ciudad”.

Medioambiente: “Uno de los planteamientos más interesantes de la mesa fue el de las Unidades Urbanas. En esa tendencia se propone a la Ciudad Colonial (centro histórico) de Santo Domingo como modelo de gestión ambiental. Esto será logrado a través de organizar y transformar la Ciudad Colonial (centro histórico) en un modelo de gestión medioambiental, que funcione como unidad educativa para el aprendizaje vivencial. Para tales fines se propone producir un proyecto cuya gestión y resultados involucre los intereses de diferentes sectores económicos, sociales, políticos, privados y públicos”.

Vivienda: “Es necesario planificar el territorio de manera integral, incluyendo uso del suelo, densidad, movilidad. Con respecto al territorio se propone un reordenamiento, evaluando a priori los criterios y el establecimiento de zonas de riesgo, vetadas para la construcción de viviendas. Dentro de esas zonas se evaluarían aspectos como los terrenos inundables, terrenos en cañadas, con pendientes inhabitables, etcétera”.

Facilidades Sociales: “Repensar el Gran Santo Domingo implica orientarnos hacia los objetivos pautados por la política internacional de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, de la Estrategia Nacional de Desarrollo de la República Dominicana 2030, Ley 1-12. Específicamente en el eje de cohesión territorial, y otros marcos legales, los cuales incitan al desarrollo de políticas públicas que impulsen un desarrollo equitativo del territorio nacional en la dotación de servicios en las regiones y municipios menos prósperos”.

Actividades productivas: “Debe crearse una planificación regional de la productividad y una gestión del conjunto, tener un objetivo claro sobre qué tipo de ciudad queremos (a nivel metropolitano). Esto debe de ir acorde con las fortalezas del territorio. Debe haber un intercambio a nivel regional formalizado que potencialice esa productividad a nivel del Caribe”.

Urbanistas formulan propuestas

“Hay varios aspectos para tomar en cuenta que es la gobernanza, es decir, los ayuntamientos son responsables de una serie de competencias en su territorio. En Santo Domingo hay varios problemas que sobrepasan el límite político administrativo. El tránsito, transporte, disposición final de los residuos sólidos, el espacio público y espacio natural. Las alcaldías tienen que hacer alianzas con el gobierno nacional, porque en el caso de Santo Domingo, son temas que sobrepasan su capacidad económica”, explicó Eric Dorrejo, urbanista.

Dorrejo plantea que estos cabildos deben establecer reglas claras en su territorio, porque hasta que estos mandamientos no estén precisos, cualquier individuo puede “hacer cualquier cosa en cualquier sitio”. Sostuvo que en la República Dominicana solo existen dos municipios donde existen ordenanzas de planeamiento urbano, que son Santiago y el Distrito Nacional.

El profesional del urbanismo indicó que hay que impulsar el desarrollo urbano de la ciudad para enfrentar los males que le afectan. “Los planes deben estar acompañados de sistemas públicos con mejor transporte público, sistema de aguas pluviales, sistema de recogida de basura distinto. Se necesitan vías de transporte preparadas. A partir de las reglas se plantean las estrategias en una ciudad densa, pero no en hacinamientos, como ocurre en La Ciénaga”, sostuvo.

Concluyó que la visión de ciudad es donde las calles no sean utilizadas como parqueo, sino solo para circular. “Necesitamos que haya normativas claras y un sistema de estacionamiento. Necesitamos mejorar el transporte público para que la gente no tenga la necesidad de salir en vehículo privado, todo depende de un grupo de sistemas que deben funcionar bien”.

Los hacinamientos complican

Marcos Barinas, planificador urbano, sostuvo que la ciudad también confronta a diario los hacinamientos poblacionales que aumentan en detrimento de la misma población. “El hacinamiento se resuelve planificando las densidades habitacionales para que los servicios públicos sean adecuados a una población específica. O agregando los servicios públicos necesarios en poblaciones existentes que superen la demanda a la oferta que en estos momentos tienen. Hay sectores en Santo Domingo cuyos servicios existentes son muy inferiores a la población a la que sirven. Por ejemplo, en la circunscripción 3 la proporción de espacio público verde es de menos de un metro cuadrado por persona”, refirió Barinas.

Señaló que en el Polígono Central la infraestructura sanitaria no se corresponde con la densidad poblacional, lo mismo que las demandas de transportación pública. “En estos momentos se construyen desarrollos privados residenciales a 10 y 20 kilómetros del centro de la ciudad que no cuentan con espacios públicos y equipamiento educativo para la gran población a la que sirven. Residenciales de miles de unidades habitacionales sin espacios públicos, escuelas, atención hospitalaria, transporte. Los cuales terminan convirtiéndose en una carga para el Estado que luego debe ofrecer esos servicios y equipamiento por su cuenta”, advirtió Barinas.

De igual forma, la población enfrenta a diariola alta contaminación de emisiones de monóxido de carbono de los miles de vehículos que permanecen varias horas durante un día laboral en los tapones cotidianos. Pero al mismo tiempo se da la espalda a los ríos Ozama e Isabela que bordean gran parte de la ciudad, que han sido contaminados por toneladas de residuos sólidos que posteriormente son arrojados hacia las costas del mar Caribe y que además estipulan el crecimiento de las lilas que luego deben retirar.

De modo que la ciudad vive un estrés estructural que lo amenaza todo, desde el peatón, el transportista, las aguas subterráneas y superficiales. En fin, Santo Domingo es la ciudad de la sobrevivencia humana y de las especies.

Ordenamiento territorial en RD

Actualmente la Cámara de Diputados estudia el “Proyecto de Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial, Uso de Suelo y Asentamientos Humanos”, que fue aprobada en primera lectura la semana antepasada. Este proyecto enumera los lineamientos de organización sostenible que consideren la capacidad de carga y productividad del territorio; las modalidades de uso eficiente y sostenible de los recursos naturales, acorde con la necesidad de adaptación al cambio climático y las previsiones establecidas en materia de medioambiente y recursos naturales; Establecer políticas territoriales de gestión integral de riesgos, entre otros.

Posted in Destacado, PaísEtiquetas

Más de destacado

Más leídas de destacado

Las Más leídas