Mallén Calac tiene 34 años, Gómez, 30, y Ovalles, 36. Son la cara de una nueva era en un mundo exigente

Llevan el volante de vehículos de lujo en la pelota otoño-invernal dominicana. Súmele a esto que la juventud les acompaña y que no provienen de la estirpe que solía ser la clase dominante hasta hace unos años en el béisbol profesional.

Pueden ser tildados como “bebés” en sus respectivos puestos de gerentes generales de tres conjuntos, pero lo cierto es que José Manuel Mallén Calac, José Gómez y Ángel Ovalles son los que llevan la voz cantante en operaciones de béisbol en Estrellas Orientales, Leones del Escogido y Águilas Cibaeñas.

Son los representantes de una nueva era en el pasatiempo nacional. Mallén Calac, el arquitecto de la escuadra campeona del pasado torneo, derrumbando una sequía de coronas que se inició en 1968, y Gómez, su homólogo con el Escogido, no fueron peloteros profesionales ni por un día. Ovalles, recién designado en la posición con las Águilas Cibaeñas, estuvo firmado, pero su carrera apenas duró dos años y luego inició su paso por el mundo del desarrollo de jugadores, en el área de cazador de talento.

En las Grandes Ligas desde hace un tiempo predominan los gerentes que no son expeloteros ni tienen esa dilatada hoja de servicios en las menores. No solo son jóvenes, sino que su preferencia son los números, en especial la sabermetría, una realidad en las Mayores al día de hoy, por encima de la llamada “vieja escuela” que concede mayor valor al ojo del escucha y muchos intangibles.

Mallén Calac, alto ejecutivo en la empresa que dirige su padre, José Manuel Mallén Santos, el presidente de las Estrellas, tomó el reto de conducir la parte gerencial de la tropa verde hace varios años. Tras unos cuantos tragos amargos, en la pasada contienda, el graduado en economía, a sus 34 años de edad, posee el lujo de ser el gerente del equipo de las Estrellas que devolvió la alegría a San Pedro de Macorís.

“Sin dudas que esto es grandioso y ha sido una labor en equipo y me alegro por mi papá porque sé lo que esto significa para él, para nosotros como familia, para la fanaticada de las Estrellas, para San Pedro. Es un honor muy grande”, dijo Mallén Calac sobre la conquista del cetro.

Gómez es licenciado en derecho, pero inició como comunicador deportivo, laborando en varios espacios, hasta que poco a poco se fue insertando en operaciones de béisbol con los Leones, donde tiene todo el apoyo de su plana mayor.

El también escucha de los Rays de Tampa domina la sabermetría y ha formado parte del tren de operaciones de los últimos equipos nacionales que han ido al Clásico Mundial de Béisbol, incluido el que fue campeón invicto.

Por igual, tiene funciones con la Federación Dominicana de Béisbol.

Ovalles, decidido

Lo primero que Ángel Ovalles descarta es que su designación en las Águilas es para ser “muchacho de mandados”.

“Quien me conoce sabe que mi personalidad es otra. Tengo 11 años en operaciones de béisbol del conjunto y tenemos pleno conocimiento de lo que se necesita en las Águilas”, dijo Ángel, de 36 años, y quien es el jefe de escuchas de los Cardenales de San Luis en el país.

Tres de seis gerentes de la pelota otoño-invernal están en el rango de los 30 a los 36 años. De los restantes, Luis Urueta, quien hasta nuevo aviso ocupa ese rol con el Licey, tiene 38.
Raymond Abreu, de los Toros, lleva muchos años en el negocio, y cuenta con 47 años. René Francisco, de los Gigantes, a sus 51 años, es el más veterano del grupo.

Hay una nueva ola local. Sin duda.

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