Fueron sepultados ayer en el cementerio Cristo Salvador, en Santo Domingo Este, los restos del niño Leonardo Montero, el menor de nueve años que fue acribillado a puñaladas y quemaduras el pasado lunes en el ensanche La Isabelita.

Entre llantos y gran desolación los familiares del menor dieron cristiana sepultura al pequeño que fue violado, apuñalado y quemado alegadamente por Miguel Ángel Reynoso Jiménez (El Negro), de 28 años, quien, de acuerdo a la Policía, confesó haber cometido el crimen.

De acuerdo a los parientes de la víctima, Reynoso Jiménez era una persona de confianza de la madre del niño, Mónica Montero, ya que el imputado supuestamente guardaba su ropa y se bañaba en la casa de la víctima.

“Este niño pasó una vida que no se merece ningún ser humano en la vida. Él fue traicionado porque su madre alimentaba al delincuente en la puerta de su casa y eso debe quedar bastante claro a la dama dominicana que no debe darle confianza a drogadictos y a nadie”, expresó un pariente que no se quiso identificar en el camposanto.

“Da pena que nuestra sociedad haya llegado a un límite como este”, manifestó con evidente tristeza el señor.

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