El procurador Jean Alain Rodríguez encerró ayer en una cámara de tortura a la jueza de la Suprema Corte de Justicia Miriam Germán. Propiamente, no se trató de la casa de tortura de la antigua Roma, o en otros momentos y circunstancias, o modernamente, durante la dictadura Pinochet en Chile, porque ocurrió en un escenario cuasi augusto, en una audiencia del Consejo Nacional de la Magistratura, bajo aire acondicionado, y transmitido en vivo por televisión. Pero la tortura moral y sicológica a que la sometió, mentiras o verdades, convirtieron aquello en un drama de dolor, abiertamente de humillación, un abuso. Con esos “documentos”, el procurador tardó demasiado esperando este momento. ¡Qué horror!
Cámara de tortura
El procurador Jean Alain Rodríguez encerró ayer en una cámara de tortura a la jueza de la Suprema Corte de Justicia Miriam Germán.