El Gobierno de Ecuador anunció este miércoles su salida de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), con lo que iniciará los procedimientos para suspender su aplicación y denunciar el tratado de su formación, concretando así su retiro del bloque.
El anuncio fue hecho por el ministro de Relaciones Exteriores, José Valencia, quien señaló que, a partir de esta fecha, Ecuador ha decidido suspender la aplicación del tratado de Unasur, celebrado en Brasilia el 23 de mayo de 2008, y «dejar, por tanto, de participar en todas las actividades y compromisos».
En el documento que ratifica la decisión, el Gobierno ecuatoriano señala que la mitad de los Estados miembros han dejado de participar en las actividades, no contribuyen a su presupuesto, y uno de ellos ya ha denunciado el tratado constitutivo.
Asimismo, resalta: «la Secretaría se encuentra acéfala y el personal, que se ha reducido a niveles mínimos, se dedica a actividades no sustantivas. Los espacios de debate y decisión de Unasur no funcionan, los procesos administrativos son inexistentes, y hay una cerrada crisis presupuestaria».
El texto, que entre otros fue compartido por el expresidente Rafael Correa (2007-2017), apunta que el Gobierno ecuatoriano ha concluido que «no existen condiciones para que un desenlace positivo ocurra en un futuro previsible».
«Es un hecho evidente que, en tales circunstancias, la organización no puede cumplir con el alto propósito de trabajar por la integración sudamericana», abunda la misiva oficial.
En un mensaje en Twitter, Correa criticó la salida de Ecuador de Unasur del bloque y afirmó que con esa acción, Quito firmó la sentencia de muerte del mecanismo de integración.
En enero pasado, el presidente de Colombia, Iván Duque, informó que trabaja junto a su par chileno, Sebastián Piñera, en la creación de Prosur, un organismo de integración regional sudamericano que pretende reemplazar a la Unasur, de la cual Bogotá se retiró en agosto de 2018.
Unasur promueve la integración regional desde su creación en Brasilia, el 23 de mayo de 2008, bajo el impulso del fallecido ex presidente venezolano, Hugo Chávez.
