Santiago. “No tengo vida, ya me la quitaron al momento de ver a mi esposa con un disparo en el pecho y caer en mis brazos mientras se desangraba”.
Con este grito de impotencia se reclamaba justicia por la muerte de la comerciante Isaicia Cabrera Abreu.
Su esposo Gabriel Luciano Peña, advirtió que de no apresar a los responsables, podría tomar la decisión de hacer justicia con sus manos. La dama falleció la noche del jueves, cuando salía de cobrar en dos de las cinco bancas de lotería de su propiedad.
“Yo tengo un colmado a escasa distancia de donde sucedió la tragedia y ella llegó encima de la pasola y a pesar del disparo me digo papi me mataron”, apunta Luciano Peña al relatar el instante de la muerte de su compañera de vida. Aunque el esposo cree pudo tratarse de un intento de atraco, uno de los hijos y un hermano de la víctima llama a profundizar las investigaciones.
El reporte preliminar explica que la herida de bala que le produjo la muerte a Cabrera Abreu se la ocasionó uno de dos elementos no identificados que se desplazaban en una motocicleta y que emprendieron la huida tan pronto cometieron el crimen. El hecho se produjo momento en que la señora transitaba a bordo de la passola marca Jog, color blanco, por la calle número 2 del referido barrio.
La versión policial establece que a la víctima no le sustrajeron ninguna de sus pertenencias, ni tampoco la passola en la que se transportaba. Sin embargo, el esposo cree que o ladrones o la gentes cercanos pudieron cargar con una suma de dinero de dos de las bancas Gabriel, de su propiedad, a las que había acudido a buscar lo recaudado por las ventas del día.
El hijo y el hermano de la víctima también dijeron desconocer si cargaba con parte de lo recaudado, pues presuntamente, solo acudía recoger la lista y dejaba el dinero para otra ocasión.
Aunque la dama era nativa de la comunidad de Jicomé Arriba del municipio de Esperanza en Valverde, llevaba tiempo viviendo en Navarrete. La policía dijo que investiga el hecho.
