Desde que el expresidente Leonel Fernández visitó la fritura de Lidia Castillo (Monina) el pasado 13 de enero y se difundió un video que se hizo viral con el hecho, la señora afirma que sus ventas se han disparado. “Si antes vendía diez yaniqueques ahora vendo cincuenta”, afirma.

El negocio está ubicado en las proximidades de la playa de Guayacanes, de San Pedro de Macorís. “La gente viene a la playa y vienen aquí y pregunta que si aquí fue que Leonel se comió los yaniqueques, ¡Ay Dios mío! Leonel no sabe la fama que me ha dado por solo tener ese yaniqueque en la mano”, comenta.

Su negocio ahora lleva por nombre “Freiduría Monina Yaniqueque Leonel”.

“Aquí siempre vienen políticos a comprar, pero el único que ha entrado aquí a mi casa fue Leonel Fernández y eso para mí ha sido un honor y por eso era que yo decía que me iba a dar algo porque sentía que no podía respirar de la emoción por ver por primera vez un presidente y eso a Leonel le dio un mar de risa”, refiere, sobre de la experiencia.

Afirmó que el secretario de Fernández le pagó los yaniqueques que se comió el expresidente.

“Yo no pido dinero porque me da vergüenza, pero le pedí que me arreglara mi casa porque me mojaba, él entró, miró todo, y le dijo al secretario que tomara nota y a los tres días vinieron la gente que él mandó y me arreglaron mi casa; había gente que me dijo que él no me iba a cumplir, pero yo sabía que sí porque Leonel no tiene cara de gente que no cumple, por eso siempre tuve fe y así fue, gracias a Dios y a Leonel me la arreglaron”, relató.

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Ante la pregunta de si es seguidora de Fernández porque recibió ayuda del gobierno en sus gestiones dijo que no, que tiene las tarjetas Bonogas y Bonoluz desde hace más o menos tres años y que nunca ha tenido la tarjeta Solidaridad. Dijo que el equipo de Fernández también le llevó enmarcada la foto del expresidente degustando la famosa fritura dominicana y una nueva vitrina para la exhibición de su mercancía.

“Tengo 30 años friendo y con eso crié a mis hijos”

Doña Monima dijo que se mudó en el lugar en el 1963. Su esposo, fallecido de un infarto hace seis años, se dedicaba al cuidado de una villa en Juan Dolio, pero que por recomendación de ella dejó ese trabajo para atender entre ambos el negocio familiar.

“Crié mis hijos con una fritura, friendo, trabajando, tengo más de 30 años friendo. Dejé de freír un tiempo porque en el 1973 me chocó un carro y me desbarató la cara y una pierna, duré casi un año en el Darío Contreras para recuperarme, solo en ese tiempo no trabajé, pero desde que me sané comencé a trabajar otra vez, fue una bendición que Dios me dejara viva”, contó. Dijo que es madre de siete hijos y ahora vive sola con su nieto, al que ha educado. “Mis hijos cada uno tiene su casa, viven independientes, los enseñé a trabajar”, comenta. Además de Yaniqueque vende pescado frito y bollitos de yuca. Dijo que de este último producto le ofreció a Fernández durante su visita, pero que el expresidente prefirió yaniqueque.

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