Terence Crawford, en una pelea deslucida, derrota al británico Amir Khan; el estadounidense logra la victoria por «decisión técnica» en el sexto round

En una pelea que no «tuvo brillo» -como esperaban los fanáticos y la prensa especializada- , montada la madrugada de este domingo en el emblemático coliseo Madison Square Garden de la ciudad de Nueva York, el invicto boxeador estadounidense  Terence Crawford derrotó (por decisión técnica) en el séptimo asalto al británico Amir Khan. La pelea fue transmitida, a televisión abiera, por el canal mexicano Golden y captada en República Dominicana.

Con este triunfo, calificado por los expertos como «muy raro», Crawford (35-0, 25 nocauts), revalidó su título del peso welter que avala la Organización Mundial de Boxeo (OMB).

Crawford, que era dado como amplio favorito, envió -en el primer round- a la lona a Khan quien, no obstantes, se levantó de la loina rápido y espero de pie el conteo de los ocho segundos de regla.

El puño con el que el estadounidense  depositó en el piso al británico llegó a la mandíbula, pero sin mucha fuerza. Pero Khan fue al suelo porque tenía sus pies planos, mal parado, lo que ocasionó que no pudiera tener estabilidad en su cuerpo.

El los asaltos dos, tres y cuatro, siguió bajo el dominio de Crawford quien, con su guardia de ambidexto, colocó efectivos golpes y confundió a su rival que, sin embargo,  nunca rehuyó la pelea e incluso también llegó con algunos puños  a la anatomía del monarca omebeísta de las 147 libras.

Khan tuvo su mejor momento en el quinto  round cuando llegó a conectar varios rectos cortos (volados) que llegaron a  la cara de Crawford, pero su ofensiva no se vio tan constante como para dar visos de que estaba en condiciones de anotarse una victoria y así echar por el piso los pronósticos en su contra.

También en el sexto asalto, al tomar la ofensiva -y en busca de sorprender al campeón- Khan también se vio en buen ritmo y llegó evadir  la ofensiva de Crawford quien siempre mantuvo el dominio del cuadrilátero. Se  notaba que quería terminar rápido las acciones y no darle ninguna tregua a su rival y evitar que se produjera una «sorpresa».

La pelea no fue como la quería el público

Cuando se pensaba que la pelea iba a tomar el camino -de buena técnica y eficiencia de ambos púgiles- se produjo un golpe (fuerte) ilegal de Crawford.

El golpe, un oppercut,  penetró e lleno debajo de la cintura del británico lo que ocasionó que manifestara dolor. Esto permitió que el árbitro detuviera el combate y que Khan se recuperara  para que las acciones pudieran continuar.

Pero al cabo de unos tres minutos, todavía Khan quejándose del dolor, la esquina del británico -y el propio boxeador- determinaron  que la pelea no podía seguir.

El árbitro preguntó en la esquina y confirmó que los entrenadores de Khan concluyeron que «ya no siguiera el combate». El tercer hombre del cuadrilátero paró las acciones.

Como dice el reglamento del boxeo profesional, cuando una pelea – que pasa del quinto round- se detiene por golpes ilegales, heridas u otro incidente que afecta la salud de uno de los boxeadores, la Comisión de Atlética de la ciudad donde  realiza el combate  ordena la revisión de  las tarjetas de los jueces y quien esté arriba (en puntos) es declarado ganador por «decisión técnica».

Fue lo que ocurrió en el deslucido combate, así lo calificaron expertos, lo que provocó algunos abucheos del público que atestó (más de 20,000 personas asistieron al Garden) para disfrutar de una pelea que, obviamente, no satisfizo a la fanaticada y mucho menos a la prensa.

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