The Professor and the Madman

Basado en una inusual historia real, la de la creación del diccionario inglés Oxford. Durante años, el profesor James Murray recibió miles de definiciones de palabras para análisis, siendo que las del Doctor W. C.

Sinopsis: Basado en una inusual historia real, la de la creación del diccionario inglés Oxford. Durante años, el profesor James Murray recibió miles de definiciones de palabras para análisis, siendo que las del Doctor W. C. Minor se destacaron: fueron más de diez mil definiciones. Cuando los debidos honores serán encaminados hasta él, la sorpresa: es un preso de un manicomio judicial. Se revela una historia conexa para explicar la conducta paranoica de Minor, sus delirios y su instintiva declaración de demencia (lo que lo llevó a ser encarcelado en un centro psiquiátrico); sufre de lesión postraumática producto de su paso por una guerra. Lo interesante y esplendoroso son las magistrales actuaciones de Sean Penn y Mel Gibson (sí, leyó bien), que hace del erudito James Murray, que decide llevar adelante a mediados del siglo 19 la tarea de liderar la elaboración del hoy célebre Oxford Dictionary. Fiero y complejo emprendimiento que consiste en colocar la lengua inglesa entera, la etimología y el sentido (variable a lo largo del tiempo) de cada término. Murray es un genio autodidacta con una asombrosa fluidez en más de una veintena de idiomas. La película es la adaptación de un libro basado en esos hechos, es decir en la creación del diccionario de inglés de Oxford. La estrategia narrativa se aparta de los estereotipos, y la esquizofrenia aparece junto al ingenio. Es interesante la manera en cómo aborda la esquizofrenia, que en una época la medicina con sus escasos pocos recursos no disponía de suficientes conocimientos para su tratamiento. La historia, contada de forma lineal, primero introduce a los personajes y sus respectivas afecciones, para luego poder darle fuerza cuando alcanza el clímax al final. Faltaron las consabidas sorpresas o vueltas que son herramientas del género, pero aquí presumo que serían muy obvias y muy clichés. Como está, despierta empatía. Gana puntos en los diálogos avispados con dinámicas variables que emocionan. La música funciona de maravilla y es casi milagrosa por la esencia de su belleza. Sean Penn consigue demostrar con estilo la esquizofrenia de su personaje, principalmente cuando debe alternar instantes de afección con períodos de la ponderación de un genio. Algunos trucos narrativos muy obvios tal como mover la cámara de un lado hacia otro durante las conversaciones, y es efectivo como herramienta que busca imprimir fortaleza por falta de efectiva en la concepción escénica. En Fine Arts Cinemas. l
HHH Género: Thriller. Duración: 24 minutos.

Posted in Crítica Cine

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