“Me gusta el Jazz luego de entrar a la Big Bang del Conservatorio, motivándome más y por la música popular. Mi primera trompeta me la regaló mi papá”, expresó Jhon Martez Melenciano, trompetista hacia Berkley College Music en Boston, Massachusetts.

Boca de Nigua.- Jhon Martez Melenciano, un tímido pero muy disciplinado joven artista bocaniguense, cautiva a todo oído humano que limpia su espectro sonoro con las piezas musicales que toca y compone afinando cada nota musical con su trompeta, instrumento que desde los cuatro años de existencia despertó curiosidad, admiración y respeto en sus sentidos.

Cursando el tercer año del bachillerato y con 16 años de edad, tiempo justo para juegos, disfrutes y novedades de adolescentes, Martez, oriundo de Boca de Nigua, es considerado el “niño prodigio” que sucederá internacionalmente al más popular jazzista estadounidense, Louis Amrstrong; por sus aptitudes neurológicas y físicas que le inclinaron a desarrollar una inteligencia musical temprana, augurando un repunte cultural y artístico para la juventud dominicana.

Narró al Caribe que inició sus estudios de música en el Conservatorio Nacional, “Quiero cultivar mi talento que descubrí al ver a mis hermanos tocar y siempre quise hacerlo. Un día tomé una trompeta a mis cuatro años y me mantuve soplando y soplando hasta que salió mi primera nota”, confesando que fue el punto de impulso, donde sus padres decidieron darle apoyo y seguimiento.

Con herencia artística, su padre, Junker Horton; también músico y dedicado a la superación y formación de sus cuatro hijos, le enseñó lo básico motivándole a audicionar al Conservatorio Nacional de Música ingresando a los nueve años, “mi hermano mayor toca saxofón, mi hermano mediano, piano; y mi hermanita es cantante”, comentó el sobresaliente músico quien domina el idioma inglés, y con destreza fluye en sus capacitaciones, sin prestarse a barreras idiomáticas.

El adolescente con su ingenuidad impactó sin predecirlo al auditorio de Berkley, la más alta casa de estudios musicales del mundo, prestigiosa por su consagrado estándar en enseñanza de Jazz; donde Juan Luis Guerra fue meritorio y dejó una impronta ejemplar como músico apelando a los sentimientos que despierta en sus seguidores con cada autoría y colaboración que ha descollado en sus 30 años y de la mano de su inseparable grupo, (440).

Ganador por dos años consecutivos del (Five Week) o beca de música -Michael Camilo- por sus méritos naturales, como si Dios en su infinita misericordia bendijo con un don especial a quien espera culminar con éxitos sus estudios secundarios para dirigirse a la Escuela Internacional de Berkley, y agotar un programa formativo de cuatro años para perfeccionar con academia su arte por la trompeta, -un instrumento de viento, que le lleva a volar-.

“Mi primera trompeta fue un regalo de mi papá a los seis años”, expresó con orgullo, hijo de Cristiana Esther Melenciano (Nancy), Jhon también es acompañado emocional y musicalmente por su hermano mayor, Junker Junior; (de 24 años de edad), Isaac (de 18 años), y su hermanita menor, Johanny Jazmín (de 13 años) con dotes de vocalista, sin duda alguna, un gen de arte y aptitud histriónica con sabor a dominicanidad.

Bestial y genuino lo consideran sus compueblanos de Boca de Nigua, quien gusta de comer pescados, mariscos y camarones honrando a su zona costeña de Nigua donde se ha superado en toda su escolaridad con sobresalientes calificaciones confesando que Informática es la asignatura que le apasione y atrae con más fuerzas, además de disfrutar en la tranquilidad de su hogar de la serie televisiva “Stranger Things” de Netflix atrapándolo en sus dos temporadas y 25 episodios.

Jhon Martez adelantó que regresará el próximo julio de los corrientes a Berkley School, para aprovechar por tercer año su espacio o campamento de verano intensivo de cinco semanas donde esforzará y mostrará su última gota de sudor, responsabilidad y compromiso asegurando su matrícula de beca completa; teniendo como requisito indispensable cumplir sus 18 años de edad, para ingresar a las magistrales clases de música en Boston, Massachusetts, donde afirma cultivar grandes amigos.

“Me gusta el Jazz luego de entrar a la Big Bang del Conservatorio donde me motivé más y por la música popular”, admitiendo que en principio gustó de la música clásica, animando a la juventud dominicana a soñar y no darse por vencidos, “al igual que yo pude, ellos también pueden”, finalizó el trompetista que aspira el nivel profesional y artístico de Juan Luis Guerra a quien conoció a sus seis años de edad; o quizás como el pianista argentino, Raúl Di Blasio.

El Jazz y los africanos esclavos

El Jazz estuvo muy ligado a los campos de algodón, la industria azucarera y el proceso de la mancipación de la libertad al esclavizar a negros importados desde África para fungir como obreros bajo el mando de los colonizadores; los africanos cultivaron este género musical, y no es coincidencia que Ella Filtgerald; fue considerada una de las voces más emblemáticas norteamericanas.

Así surgió la work-songs provenían de la tradición africana de cantar durante las monótonas labores del campo. La diferencia, psicológicamente abrumadora, era que en África el trabajador lo hacía habitualmente mientras laboraba en su propio beneficio mientras que en América esas labores tenían lugar bajo el yugo implacable de los blancos, quienes veían las –worksongs- como estímulo laboral.

“De ahí que la letra de las work-songs expresasen normalmente el dolor que suponía romperse diariamente el espinazo como herramienta en propiedad de un tercero”, cita Ricardo Arribas, profesor de Literatura Comparada en la Universidad de Puerto Rico, estudioso de historia y sociedad por medio de la comunicación del arte, la lengua y del lenguaje.

Berkley: (con matrícula de 3,800 estudiantes)

El Berkley College Music es la Universidad Privada de Música más reputada y grande del mundo con un porcentaje de 40% de alumnos extranjeros (no estadounidenses), de más de 70 países comprendidos entre Corea, Japón, México, República Dominicana, España, Francia, Italia, y Brasil figurando como los mayores exportadores de matriculados donde 24.6% son mujeres, además la prestigiosa entidad musical posee el Mediterranean Music Institute (MMI),  distribuidos en 650 facultades.

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