Canelo, sólido monarca mediano

La madrugada del pasado domingo, en el moderno coliseo T-Mobile de esta ciudad, el mexicano Saúl “Canelo” Álvarez volvió a frenar a sus gratuitos detractores al lograr una clara victoria, por decisión unánime, sobre el estadounidense Daniel Jacobs.

LAS VEGAS, NEVADA.- La madrugada del pasado domingo, en el moderno coliseo T-Mobile de esta ciudad, el mexicano Saúl “Canelo” Álvarez volvió a frenar a sus gratuitos detractores al lograr una clara victoria, por decisión unánime, sobre el estadounidense Daniel Jacobs. Ahora es un sólido monarca.

Tras el triunfo del púgil mexicano, (decisión unánime 115-113, 116-112 y 115-113), los “anticanelistas” salieron de sus cuevas donde estaban escondidos después de que atrapó su faja de las 160 libras al derrotar a Gennady Golovkin en el segundo combate protagonizado por los capacitados púgiles.

Del grupito que cree que Jacobs, quien perdió su cinturón del peso mediano avalado por la Federación Internacional de Boxeo (FIB), podía vencer a Canelo, hay personas que no conocen ni cómo un boxeador rebaja una libra. ¡Pero viven hablando de lo que no saben!

Como lo reseñé en la crónica publicada en este diario, el peleador mexicano, que ahora es dueño de tres cinturones del peso mediano y que ha declarado que su aspiración es ser “rey absoluto” de las 160 libras, se mostró cauto ante un rival que siempre se mantuvo a la defensiva.

En Las Vegas la gran mayoría de los periodistas, que cubrieron el pleito de unificación del campeonato mediano (FIB, CMB y AMB), vieron ganar, sin muchas dificultades al también titular de las divisiones supermediano y superwelter.

Debo aclarar, y esto para que no se dejen confundir por individuos mentirosos y practicantes de la maledicencia, que en mi análisis que escribí en la víspera de la riña, montado en el coliseo T-Mobile instalación que estuvo atestada por más de 20,000 fanáticos en la ciudad de Las Vegas, Nevada, indiqué que el gran favorito era Canelo Álvarez y que ganaría por nocaut antes del décimo asalto, pero que si no se producía el KO, entonces la victoria iba a ser por decisión, sin mayores problemas. ¡Y así sucedió!

El mérito de Jacobs

Jacobs terminó con un mérito: bajar del cuadrilátero sin ser noqueado. Estuvo alejado de la ofensiva de Canelo.

Subió al ring con mucho miedo y, al final, no perdió por KO. Fue, se reconoce, su gran mérito.

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