Este monumento histórico, construido en 1420, durante la dinastía Ming, goza de popularidad por su antigüedad y por lo que representa en la tradición china

La República Popular China ofrece mucho, y el turista o visitante que viene dispuesto a conocer y a enriquecerse de la historia y la cultura que conserva esta milenaria nación, es casi seguro que al momento de retornar a su país de origen se marchará maravillado.

En está gran nación, son cientos los templos, museos y parques que pueden ponerse en la lista de puntos a visitar, ya que la mayoría de estos lugares fueron construidos hace miles de años y, hasta el momento son preservados como lo que son: un tesoro ancestral.

En esta ocasión, elCaribe quiere contarles sobre el Templo del Cielo o Tian Tan, cuyo lugar es uno de los más sagrados y famosos de este país, el cual, cada año, atrae la visita de miles de turistas de todo el mundo.

Su historia

Ubicado al Sur de Pekín, ciudad capital de China Popular, se encuentra el nombrado Templo del Cielo, un monumento histórico que goza de popularidad por su antigüedad y por lo que representa en la tradición china. A ello se le agrega que, desde el año 1998, es un Patrimonio de la Humanidad, establecido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés).

Este magnífico templo fue construido en el año 1420, durante el reinado de la dinastía Ming, que gobernó entre los años 1368 y 1644. Era en este lugar donde el emperador realizaba sacrificios para pedir al Dios del Cielo por las cosechas del año, que usualmente eran en primavera, y daba las gracias por los frutos obtenidos en otoño. El trazado general del templo y cada una de las áreas de esta obra, simbolizan la relación entre el cielo y la tierra como parte de la esencia de la cosmogonía china.

El Templo del Cielo fue construido en el parque Tiantan Gonyuan y, aunque actualmente solo funciona como punto turístico, la calma y la solemnidad para lo cual fue creado, todavía reina en el ambiente. Cada día recibe a miles de extranjeros, pero de igual manera, son muchos los chinos que acuden allí para conocer el lugar. Sus amplios y limpios jardines, también son utilizados para practicar el arte marcial llamado “Tai Chi”, así como para jugar cartas, impartir clases de baile, volar cometas o simplemente para pasear y disfrutar del verdor de la naturaleza que ofrece el espacio.

Durante las mañanas y las tardes, decenas de asiáticos se reúnen en las diferentes áreas para entretenerse con diversos juegos recreativos, donde la mayoría de los participantes se mantienen concentrados en su dinámica, olvidándose de que a su alrededor se encuentran cientos de personas. El monumento tiene una superficie de 273 hectáreas y, a lo largo de su entorno, se encuentran varias estructuras que, durante los años de la dinastía Ming, fueron dedicados al Dios del Cielo.

Atracciones

Una de las atracciones del templo es el “Qi nian digan” o Salón de la Oración por la Buena Cosecha. Este es el templo, donde se rogaba por los frutos sembrados y al que el turista acude al empezar su recorrido. Es un edificio en forma de círculo de color azul, que simboliza el cielo. Tiene un diámetro de 30 metros, una altura de 38 metros y se sostiene sobre 28 pilares de madera y muros de ladrillo.

Otro punto es el Altar Circular. Éste era el lugar, donde el emperador hacia sus sacrificios y, por tal razón tiene su relevante importancia. Fue erigido con losas de mármol blancas, distribuidas en nueve círculos concéntricos. Según establece la tarja de esta área, si una persona se para en el último círculo -que está situado en el centro- y alza la voz, esta se escucha en todo el perímetro con un gran eco. Este lugar se une con el Salón de la Oración por la Buena Cosecha, a través de un camino de piedras y ladrillos de más de 350 metros de largo.

En el parque del Templo del Cielo, también encontramos la Bóveda Imperial del Cielo, que era donde se guardaban los utensilios de los ritos; y el Salón de la Abstinencia, que era donde el emperador pasaba la noche que antecedía los rituales. El primero, tiene una edificación similar a la del Salón de oración, pero la diferencia está en que ésta tiene un tamaño menor: 19 metros de alto por 15,6 de diámetro. El imperio Ming fue precedido por la dinastía Qing, en la que su emperador, también utilizó este templo para los mismos fines: adorar, hacer sacrificios y dar gracias.

Visitar este lugar puede resultar grandioso para todo aquel que tenga interés en conocer de cerca las creencias y convicciones, que desde hace miles de años los chinos preservan. Si el turista tiene planes de venir a Pekín, este sitio no puede ser ignorado en el itinerario de viaje.

Horarios para el público

El Templo del Cielo está abierto de lunes a domingos, desde las 6:00 de la mañana hasta las 10:00 de la noche, pero los puntos de interés están disponibles en el horario de 8:00 de la mañana hasta las 5:00 de la tarde.

En temporada alta, el precio de entrada al lugar es de 35 yuanes (moneda de China) y en temporada baja 30. Si la persona se encuentra en Pekín y es un visitante sin guía, puede llegar allí sin inconvenientes.

Dentro de sus opciones está tomar el tren, utilizar alguna de las rutas de autobuses o simplemente abordar un taxi. Con un mapa de la ciudad o con la dirección de algún buscador de la Web, se puede llegar de forma directa.

Estructura
A lo lardo del monumento, de una superficie de 273 hectáreas, hay varias estructuras que, durante la dinastía Ming, fueron dedicados al Dios del Cielo”.

Edificación
Este magnífico templo fue construido en el año 1420, durante el reinado de la dinastía Ming, la cual gobernó entre los años 1368 y 1644”.

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