Ha asumido casi la categoría de dogma la afirmación que plantea o argumenta que la oposición política se ejerce contradiciendo, criticando, denunciando todo lo que hace el Gobierno. Así se entiende y generalmente se practica en el “sistema político dominicano”. Pero como la excepción confirma la regla, para el caso actual, “entrarle, darle funda” al Gobierno implica involucrar al partido oficial. Y entonces ahí se complica porque el partido oficial, el de la Liberación Dominicana (PLD), está prácticamente dividido, según admiten algunos de sus principales dirigentes. Ese embrollo pone, según las circunstancias y conveniencias, a dirigentes opositores a coincidir con uno u otro bando. “Cosa más grande en la vida”, diría José Candelario Tres Patines en una de sus expresiones de la Tremenda Corte.