La internet actual está en un proceso en evolución que apenas acaba de empezar y que transforma todo lo que toca. Esta se encuentra en un proceso histórico, que altera el sistema productivo por su gran presencia en la sociedad.
En tal sentido, la tecnología ha sido históricamente determinante en la forma de organización de la sociedad misma, ya que ha influido en los modelos sociales y de negocios, gestando las grandes y poderosas transformaciones del mundo.
Sin lugar a duda, el ser humano nunca ha estado preparado para cambiar el paradigma de cómo hacer las cosas; y más aún si el modelo que ha utilizado le funciona; pero, o te montas en la ola o simplemente estás condenado a desaparecer en el tiempo.
Las formas han cambiado, se han trasformado por el auge de la tecnología y las industrias determinan qué necesita la sociedad; es decir, crean la necesidad para luego suplirla. Ejemplos fehacientes de esta afirmación los tenemos en China, Estados Unidos y Rusia.
Las generaciones que nos han precedido han consumido las informaciones de distintas maneras a las conocidas hoy día, pero que han resultado efectivas para la época, desde las pancartas en los espacios públicos, hasta el uso los servicios automatizados desde la comodidad del hogar.
Además, tenemos a los consumidores y creadores de las necesidades y los nativos digitales que pueden publicar lo que quieran, sin filtros y sin ser profesionales; gracias a la trasformación de las plataformas.
En cada generación es incuestionable la influencia de la tecnología para realizar evidentes trasformaciones en las formas de hacer las cosas. Estos avances también van generando cambios significativos en la sociedad, tan determinantes que se podría decir que pautan grandes desafíos en materia de comunicación y producción de contenidos.
Como profesionales de la comunicación tenemos que estar en constante preparación, atentos a los nuevos desafíos y con ello a los nuevos modelos o paradigmas que propone la evolución de la tecnología.
Las empresas, marcas e instituciones deben de dejar ese lastre de concebir a la comunicación como un proceso aislado de su entidad, para más bien entender que esta es eje transversal y fundamental para su buen funcionamiento.
Es necesario entender que la inmediatez en la que vivimos sugiere un cambio de modelo, donde los mensajes lleguen a través de los diversos canales que nos brinda la plataforma digital y puedan estos interactuar, dinamizar y ser más accesibles con sus audiencias.
De obligatoriedad HAY QUE MONTARSE EN LA OLA DIGITAL para no quedarse rezagados en el tiempo, porque los cambios serán continuos y hay que adecuar los mensajes a las nuevas formas de comunicación.
Por: Paola Cabrera
