El presidente del CARD dijo que debe de haber un seguimiento para que los internos no vuelven a delinquir

Desde el 2016 hasta la fecha un total de 963 personas han salido de prisión con libertad condicional, de acuerdo a estadísticas del programa Medio Libre, de la Procuraduría General de la República.
Este tema ha sido muy debatido en los últimos meses, debido a que han salido a relucir casos de internos a quienes se les ha dado libertad condicional y vuelven a delinquir.

En estos tres años, de los 963 reclusos en cárceles del Nuevo Modelo Penitenciario, al menos 62 mujeres han obtenido el beneficio penitenciario que se le concede a un interno con condena definitiva que cumpliera la mitad de la pena que le fue impuesta.

Entre estos recintos figura el Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo-Mujeres, con 33, el número más alto entre los centros para féminas.

Les siguen el Centro de Corrección y Rehabilitación Femenino de Bani, con 19; Centro Corrección y Rehabilitación Santiago-22 con 8; y el Centro Corrección y Rehabilitación Rafey – Mujeres, solo con 2. Es decir, que en total los hombres que fueron favorecidos con este programa fueron 911, una cifra mucho mayor que las mujeres beneficiadas con el programa.

Najayo-Hombres otorga más libertades

El Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo es el recinto, de ambos sexos, donde más libertad condicional se ha otorgado durante el referido período.

En este centro, donde todavía funciona un régimen penitenciario mixto, es decir, del viejo y nuevo modelo, en total han sido 284 los beneficiados.

De acuerdo a las autoridades Najayo-Hombres se encuentra en un proceso de transición gradual para completar su transformación del Viejo Sistema Carcelario al Nuevo Modelo Penitenciario.
El segundo lugar lo ocupa El Pinito en La Vega, con 140 libertades y el tercero es del Centro de Corrección La Isleta de Moca, provincia Espaillat, con unos 77.

En el orden continúan el Centro de Corrección y Rehabilitación Rafey-Hombres ,con 63 libertades; Sabana Toro-Mujeres en San Cristóbal, con 42

El Centro Correccional Vista al Valle, en San Francisco tiene 40; el sancristobalense tiene 38; el San Felipe en Puerto Plata tiene 37. Asimismo, Najayo Mujeres cuenta con 33; la cárcel de Mao, Valverde con 26; Elías Piña, con 25;

El Centro de Corrección y Rehabilitación Abierto Haras Nacionales en Villa Mella, un antiguo centro vacacional convertido en un centro correccional donde no hay rejas, barrotes ni policías y los reclusos están como en casa, donde los internos que en su mayoría son envejecientes, ha dado 25.

Mientras San Pedro de Macorís ha dado 20 libertades. Uno menos que esto lo han otorgado el Centro de Corrección y Rehabilitación Femenino de Baní y el de Cucama en La Romana.

En las estadísticas otorgadas por el programa Medio Libre, de la Procuraduría General de la República, se detalla que en Anamuya, Higüey, provincia La Altagracia, se han otorgado 18 libertades; en Monte Plata, 16; y en Dajabón, 15.

Los que menos otorgan

Los recintos que menos libertad condicional ha otorgado son el Centro de Corrección y Rehabilitación para Mujeres- Santiago con 8 y el Centro de Corrección y Rehabilitación para Militares Activos y en Retiro con 3. Este recinto está ubicado en el sector Villa Mella, Santo Domingo Norte.

Rafey Mujeres solo ha dado dos libertades condicionales en los últimos tres años.

¿Cuáles son los requisitos?

En los datos que le fueron facilitados a elCaribe se indicó que los requisitos remitidos desde los Centros de Corrección al juez de Ejecución de la Pena, como parte del proceso para conocer la libertad condicional que es un beneficio penitenciario que se le concede a un interno con condena definitiva que cumpliera la mitad de la condena otorgada son evaluación de conducta del último trimestre y los incidentes críticos ocurridos en el período; certificaciones de los departamentos que acreditan la formación recibida durante el tiempo de reclusión, la participación en las actividades de tratamiento y medios de verificación; y evaluación psiquiátrica o psicológica.

En los casos que aplique (internos de escasos recursos o sin familiares) se colabora en la estructuración del expediente jurídico, lo que conlleva sentencia condenatoria certificada y certificación de no apelación o casación; carta del garante moral, laboral y copia de cédula de identidad y electoral; certificación del domicilio donde permanecerá en caso de ser beneficiado; certificación de propuesta de empleo y la credencial oficial de la empresa o institución y la remisión del acta de la Comisión de Evaluación y Sanción del Centro de procedencia del interno, la cual está integrada por el director del centro, subdirectores de asistencia y tratamiento, seguridad, administrativo, psiquiatra, trabajador social, la secretaria del centro y cualquier técnico del área que se requiera (psicólogo, educador o jurídico).

Surún dice debe haber un seguimiento real

Para el presidente del Colegio de Abogados de la República Dominicana (CARD), Miguel Surún Hernández, se hace necesario establecer un sistema eficaz de régimen de libertad condicional que contemple, como en otros países, una estructura de fiscalización y supervisión de los internos favorecidos que permita darle un seguimiento periódico, y que de esa manera se posibilite verificar que los reclusos en libertad condicional cumplan con las disposiciones legales. Dijo que esto puede ser mediante construcciones de oficinas por regiones, sectores o municipios, donde los reclusos tengan la obligatorición de visitarlos para que los supervisores emitan informes a la Procuraduría General de la República y al juez de Ejecución de la Pena. Surún Hernández explicó que como no se aplica un seguimiento, los condenados una vez le dan la libertad condicional sienten que han cumplido la pena y vuelven a delinquir.

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