(Segunda parte)

“ Nueva Plaza de Mercado” -2 de diciembre de 1888.- El domingo se inauguró el nuevo mercado que se fabricó en el Antiguo “Polvorín” con materiales del país y por iniciativa del doctor don Carlos Arvelo.- Numerosa y escogida concurrencia asistió al acto, el doctor con la elocuencia que le distingue pronunció un brillante discurso que sentimos no haber oído; recibiendo calurosas felicitaciones por el éxito feliz alcanzado en su empresa.

Con motivo de haber sido señalado como candidato de la República Venezolana, se vio obligado a trasladarse a la ciudad que lo vio nacer para comparecer en las elecciones: en febrero del año de 1890.-

El Secretario de Estado de Relaciones Exteriores de la República Dominicana, concede libre y seguro pasaporte diplomático al señor doctor Carlos Arvelo, antiguo Ministro y Senador de los Estados Unidos de Venezuela y a su hijo para trasladarse a esos Estados; en ese entonces el Sec. de R. F. era Ignacio M. González. Por ese motivo personas distinguidas de esta ciudad le hicieron una despedida:

“Parte el doctor don Carlos Arvelo para su patria llamado a ocupar puesto distinguido y de combate entre sus conciudadanos, dejando tras sí luminosa estela de acciones buenas e imperecedero recuerdo entre los dominicanos que todos han sabido apreciar de tan eximio patricio; como una calamidad pública puede considerarse su partida, pues ya como hombre de ciencia, que reúne todas las condiciones para augusto sacerdocio, devoto en llenar su misión en conciencia y en trasmitir sus vastos conocimientos a todas las que han querido dedicarse a la Medicina y cursado en el Instituto; ya como amigo sincero y desinteresado, deja un vació en esta sociedad muy difícil de llenar.- Firmado: Eugenio de Marchena, Domingo Rodríguez Montano, A. S. Vicioso, Francisco Aybar, Francisco Gregorio Billini, Hipólito Billini, Pedro A. Lluberes, Rafael Abreu Licairac, José Gabriel García, Eliseo Grullón, Silvestre Aybar y Núñez, César Penson, Federico Henríquez y Carvajal y otros.-

En Venezuela la suerte le fue adversa, pues en el partido político que él tomó parte, no triunfó, salió electo Senador por el Estado Lara. Pasó unos cuantos días allí teniendo que volver a Santo Domingo por algunos disturbios políticos que existían. Al llegar a esta tierra fue muy bien recibido por numerosas amistades que eran de su aprecio y al año siguiente, a la edad de 65 años, el día 9 de Junio de 1891, siendo todavía Senador de la República de Venezuela, dejó de existir en esta ciudad produciendo gran manifestación de duelo en el seno de la sociedad; sus restos fueron depositados en la Iglesia del Exconvento Dominico en la Capilla del Sacramento.- Actualmente la lápida no aparece por reparaciones que le hicieron a la capilla.

El doctor Carlos Arvelo en su testamento dejó toda su biblioteca que contaba de varios volúmenes y su Instrumental quirúrgico a la Universidad de Santo Domingo.

Obtenido del periódico “El Teléfono” del 14 de Junio de 1891.-
“El doctor don Carlos Arvelo: Este distinguido médico, ilustre por sus virtudes y por su saber, pagó el tributo a la madre tierra dejando sumida en el dolor a su tierra compañera, y en triste soledad a las letras y a la ciencia.-

El doctor Arvelo, esclarecido hijo de Venezuela, vivió entre nosotros recibiendo siempre distinguidas demostraciones de aprecio; Vice Rector del Instituto Profesional dejó huérfanos de autorizada palabra, y de sus vastos conocimientos, a nuestra juventud que ansiosa de ciencia asistía a la Cátedra de Medicina.- Para Santo Domingo como para Venezuela, la muerte de este insigne médico es un desgraciado acontecimiento que jamás será bien sentido.-

En memoria de tan ilustre médico se designó una Sala de Mujeres en el Hospital Padre Billini con el nombre de Sala Dr. Arvelo”.

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