EEUU discutirá su plan de paz en Baréin, rechazado por los palestinos

Delegaciones financieras internacionales eran esperadas el lunes en Baréin, la víspera de la conferencia de paz organizada por Estados Unidos ..

Baréin 24 de Junio Agencias. Delegaciones financieras internacionales eran esperadas el lunes en Baréin, la víspera de la conferencia de paz organizada por Estados Unidos que busca movilizar miles de millones de dólares para los palestinos, quienes la rechazan por no incluir una solución política del conflicto conIsrael.

Dirigido por el yerno y consejero del presidente estadounidense Donald Trump, Jared Kushner, este encuentro bautizado «De la paz a la prosperidad» es el capítulo económico de un plan para resolver el conflicto entre israelíes y palestinos, cuya presentación fue aplazada varias veces.

La reunión arrancará el martes con una cena en un lujoso hotel en Baréin que, como otros Estados árabes del Golfo, empieza a hacer causa común con Israel debido a su compartida hostilidad por Irán.

La administración estadounidense busca movilizar más de 50.000 millones de dólares para los palestinos para grandes proyectos de infraestructuras, educación, turismo y comercio.

Los ministros de Finanzas de los países árabes del Golfo, el secretario estadounidense del Tesoro, Steven Mnuchin, y la directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, figuran entre los invitados.

La Autoridad Palestina boicotea el encuentro, ante la ausencia de una mención al fin de la ocupación israelí.

«Este taller económico no tiene sentido», declaró el lunes el primer ministro Mohammad Shtayyeh durante una reunión del gobierno. «Lo que Israel y Estados Unidos intentan hacer ahora es simplemente normalizar sus relaciones con los árabes a expensas de los palestinos».

«Necesitamos el apoyo económico, el dinero y la asistencia, pero antes que nada hace falta una solución política (…) No podemos aceptar que Estados Unidos circunscriba todo (el conflicto) a una cuestión económica», subrayó el domingo el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas.

El lunes centenares de palestinos manifestaron en Ramallah, Naplusa y Hebrón, y en la Cisjordania ocupada, contra la conferencia de Baréin.

La administración estadounidense afirmó que intentaba un nuevo enfoque para poner fin al conflicto israelo-palestino, con un plan que podría publicarse en noviembre, tras las elecciones legislativas en Israel.

Pero según responsables estadounidenses, este plan no mencionará la llamada «solución de dos Estados», israelí y palestino, un objetivo defendido durante años por Washington.

Israel, que estará presente en Baréin, criticó a los dirigentes palestinos. «No entiendo cómo los palestinos rechazaron el plan antes incluso de saber lo que contenía», declaró el domingo el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.

Israel, que impone un bloqueo desde hace más de diez años en la Franja de Gaza gobernada por el movimiento islamista Hamas, celebra la posibilidad de desarrollar la economía palestina.

Pero Netanyahu habla igualmente de anexionar una parte de Cisjordania, lo que podría acabar con la «solución de dos Estados».

El embajador israelí en la ONU, Danny Danon, criticó fuertemente a los dirigentes palestinos por haber declarado que el plan equivalía a una rendición.

En el New York Times, acusó a la dirección palestina de estar «corrompida» y de «no estar motivada por la construcción de una vida mejor para su pueblo, sino en la destrucción de Israel».

La Autoridad Palestina se enfrenta a graves dificultades financieras. Rechaza percibir los derechos de IVA y arancelarios que le debe Israel, mientras que este último mantenga su decisión de congelar una parte.

Según el gobierno israelí, la suma congelada corresponde al monto de las ayudas pagadas por la Autoridad a las familias de palestinos encarcelados o muertos por haber cometido ataques contra israelíes.

Antes de la reunión en Baréin, la Liga Árabe reiteró su compromiso de pagar 100 millones de dólares al mes a los palestinos, sin especificar las modalidades.

El ministro de Estado saudita para las Relaciones Exteriores, Adel al Jubeir, declaró que la reunión no tenía nada que ver con «la compra de la paz».

«En ningún caso se trata de obligar a los palestinos a aceptar un acuerdo que no quieren», afirmó al diario francés Le Monde.

La promesa de inversiones masivas a favor de los palestinos llega después de que Washington suspendiera 500 millones de dólares de ayudas. La administración Trump también dejó de financiar a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (Unrwa) y tomó numerosas decisiones a favor de Israel.

Los dirigentes palestinos congelaron todo contacto con la administración Trump para protestar contra la decisión estadounidense de reconocer Jerusalén como capital de Israel en diciembre de 2017.

 

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