Por lo visto, el sector de la Educación pública dominicana, desde que se le asignó un presupuesto equivalente al 4% del producto interno bruto (PIB) es la actividad o área más observada, analizada, cuestionada y seguida en el país. Y así debe ser.

El seguimiento debe dársela al sector educación y su evolución a partir del 4% no solo por el gran sacrificio que para todos los dominicanos representa asignar, en un escenario donde hay otras deudas sociales pendientes, una cuantía de recursos tan importante para una actividad esencial, sino por los resultados que de esa decisión se esperan para beneficio del país.

Por eso, las averiguaciones realizadas y por realizar en torno al sector educación y a cómo lo ha impactado el merecido presupuesto que desde el 2013 se le asigna, serán siempre oportunas. Ojo avizor porque en la Educación pública, que es la que se le imparte a la mayoría de los estudiantes dominicanos, hay que hacer el camino andando, como diría el poeta.

Y por los resultados que han ofrecido los estudios que diferentes entidades han hecho, parece que el recorrido de la senda no marcha a la velocidad esperada.

Un informe de la organización Iniciativa Dominicana por una Educación de Calidad (IDEC) presentado recientemente y que refiere los resultados del seguimiento y monitoreo anual de para año 2018 no refleja muchos avances en temas cruciales como el aprendizaje de los estudiantes y el desempeño docente.

El estudio, citado y analizado por el economista Pavel Isa Contreras, colaborador de elCaribe, en un artículo en el que revisa los resultados de la Educación después del 4%, comenta como aspectos positivos la estabilidad de la matrícula escolar, la baja en la sobre edad y en el abandono escolar y mejorías en la educación inicial. Cita que en 2017, la evaluación del tercer grado de primaria arrojó que, en Lengua Española, solo el 12% de los estudiantes obtuvo un resultado satisfactorio y 50% de ellos alcanzó apenas un nivel elemental. En Matemáticas, sólo el 27% alcanzó un grado satisfactorio y un 44% un nivel elemental.

Es como si los estudiantes del sector público estuvieran atascados en las materias básicas y los esfuerzos para sacarlos a flote no son suficientes o están mal enfocados.

Por eso vale la vigilia a la Educación.

Posted in Edición Impresa, Editorial, Opiniones

Más de edicion-impresa

Más leídas de edicion-impresa

Las Más leídas