Las bajas, en 2001 y 2002, estuvieron influenciadas por los atentados a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001

Cuando en el año 1978 el país registró la llegada por vía aérea de 304,410 visitantes no residentes, de ellos un 84.4% extranjeros, estaba escribiendo la presentación de una historia de crecimiento que en los siguientes 41 años solo dos registrarían retrocesos.

En esa trayectoria de crecimiento constante de la llegada de visitantes, solo los años 2001 y 2002 reflejan números rojos. En cambio, en los periodos 1988, 2014 y 2016 hubo también años de records de la industria turística dominicana. En el 1988 se registró la primera vez que el país recibió más de un millón de visitantes, en el 2014 se produjo la llegada por primera a los 5.0 millones y en el 2016 se registró la llegada de más de 5.0 millones de extranjeros, con lo cual República Dominicana se convirtió en un “país medio turístico”, si se asume el postulado de que un territorio es eminentemente turístico cuando recibe un número de visitantes igual a su población. La población dominicana es de alrededor de 10.5 millones de habitantes, según las últimas proyecciones censuales. En su libro “Turismo dominicano 30 años a velocidad de crucero”, el ingeniero Pedro Delgado Malagón proyecta que para el 2030, cuando la población dominicana esp0erada sea de 11.2 millones, las visitas de extranjeros sería de entre 13 y 14 millones anuales.

El Presidente Danilo Medina, que ha definido la actividad turística como el “motor de la economía”, ha planteado la meta de en un período de 10 años (a partir del 2013) lograr unos 10 millones de visitantes anuales.

El Banco Central de la República Dominicana, promotor original del desarrollo turístico, a través de financiamientos, con su departamento Infratur, ya desaparecido, registra la llegada de visitantes al país desde el año 1978 hasta mayo del cursante 2019. El despegue del turismo como actividad económica importante data de principio de los 80, con los proyectos Playa Dorada y Playa Grande, en las provincias Puerto Plata y María Trinidad Sánhez, financiados con fondos del Banco Mundial canalizados a través del Infratur. Simultáneamente con los fondos Infratur, otorgados en condiciones ventajosas en tasas y plazos, el turismo fue apoyado por una ley de incentivo, ampliamente desarrollista y promotora.

El despegue

El despegue del turismo en la región Norte, donde además de la infraestructura hotelera también se construyeron instalaciones aeroportuarias, sirvió de referencia para desarrollar lo que con el tiempo se convertiría en el principal polo turístico del país, el de la zona Este (La Romana, Punta Cana y Bávaro), que apuntalaron su crecimiento y consolidación con la construcción de dos aeropuertos internacionales y otras infraestructuras como marinas y campos de golf.

El posicionamiento de Punta Cana como principal polo turístico dominicano, catapultado por su aeropuerto, que es el de mayor tránsito del país, ha posibilitado que las cifras de llegada de visitantes extranjeros se mantengan en positivo, pese al declive del polo Puerto Plata, cuya prolongada crisis, iniciada en el año 2001, tiene varios componentes. Se asocia el declive de Puerto Plata con la caída en el océano Atlántico en febrero del 1996 de un avión turco con 13 tripulantes y 176 pasajeros, la mayoría turistas alemanes, y al retraso de inversiones para mantenimiento de los hoteles y las infraestructuras vinculadas.

El descenso global del turismo dominicano en los años 2001 y 2002 fue asociado con los atentados a las Torres Gemelas, en Nueva York, el 11 de septiembre del 2001, para cuyos actos terroristas se utilizaron dos aviones. Ese acontecimiento generó un descenso mundial de los viajes. República Dominicana, que recibe aproximadamente un 42% de sus visitantes desde Estados Unidos, fue impactada por ese descenso que se prolongó hasta el 2002. El pasado año 2018, cuando el país recibió 5.61 millones de visitantes extranjeros, de los Estados Unidos llegaron 2.23 millones.

En el 2001 el número de visitantes no residentes llegados al país fue 2,888,199, de 2,978,024 que había logrado en el 2000. Para el 2002 el número de visitantes bajó a 2,811,017, de los cuales 2,308,869 eran extranjeros, también en baja con relación al 2001, cuando llegaron 2,394,823 visitantes foráneos.

En las últimas dos décadas el turismo ha ido impactando y acompañando a otros sectores económicos, como transporte, alimentos y bebidas, producción agropecuaria, construcción, servicios incluyendo financieros, entre otros. El libro “Turismo dominicano, un mar de oportuanidades”, patrocinado por el Banco Popular Dominicano y la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana (Asonahores), cuantifica en un 22% el impacto del valor agregado del turismo en la economía nacional.
También cita que el turismo ha sido uno de las actividades económicas que mayor inversión extranjera directa atrae, y su gran contribución a la generación de empleos, calculando que por cada 100 puestos directos de trabajo creados en el subsector hoteles, bares y restaurantes se generan 211 adicionales, de ellos 60 generados por actividades vinculadas al sector turismo.

Las adversidades de RD

Las dos situaciones adversas que han impactado negativamente el desempeño del sector turístico dominicano han sido por hechos fuera de control del país. La caída del avión con turistas alemanes se unió ligeras situaciones que había en el destino Puerto Plata e hicieron que los visitantes alemanes, para finales de los 90 y principio del 2000 eran los mayores viajeros procedentes de Europa, bajaran y cayeran, actualmente, a una tercera posición, por debajo de los franceses y rusos, primero y segundo, respectivamente. El otro hecho que impactó en el comportamiento del turismo fue el atentado a las Torres Gemelas, que no solo afectó a los viajeros procedentes de Estados Unidos, el mayor emisor de visitantes al país, sino que produjo una contracción global.

Ahora el turismo dominicano tiene la amenaza de una campaña mediática, montada contra el destino más importante edre la región del Caribe por el fallecimiento en hechos aislados de seis turistas norteamericanos que se ha demostrado que fueron muertes naturales, pero que algunos medios de prensa estadounidense han abordado con sensacionalismo.

El conato de crisis del país se produce en momentos en que otros destinos de la región, Canncún y Cuba, también sufren bajas en sus niveles de ocupación, situación que es aprovechada por Jamaica, Bahamas y Aruba, según reportes de la prensa especializada que indican que esas islas están viviendo el mejor momento de su historia al aprovecharse del desvío de turistas desde los tres mayores destinos del Caribe todos de habla hispana–, los que por primera vez han coincidido en experimentar una contracción de reservas por distintas causas.

Norteamérica y Europa son los grandes emisores

Norteamérica es la región que mayor cantidad de turistas envía a República Dominicana. Desde esa región, compuesta por Estados Unidos, Canadá y México- llegaron al país en el 2018, 3.17 millones, que representaron el 61.85% de los 5.61 extranjeros que visitaron el país. Estados Unidos aportó 2.223 millones, Canadá 892 mil y México contribuyó con 44 mil. Desde Europa llegaron 1,337,057, que representaron el 23.70% del universo, y desde el Viejo Mundo el mayor emisor fue Francia, con 228,629 visitantes, seguida de Rusia, con 224,064 visitantes, y Alemania, con 217,165. Otros grandes emisores de visitantes del continente europeo fueron Inglaterra, con 187,492 visitantes, Espana, con 163,273.

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