El informe Bachelet

Michel Bachelet, la misma expresidenta de Chile y ahora alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos presentó formalmente ..

Michel Bachelet, la misma expresidenta de Chile y ahora alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos presentó formalmente su informe sobre Venezuela, según el cual en los últimos dos años cerca de siete mil venezolanos han sido asesinados extrajudicialmente, mediante tortura en las cárceles o brutalmente en las calles.

El documento ha sido acogido por los miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y recibió el apoyo de la Unión Europea y del Grupo de Lima, los países que activan contra la presidencia de Nicolás Maduro, pero fue condenado por representantes de Venezuela y Cuba.

Ya sabemos de la dramática situación de ese país, del cual han emigrado más de 4 millones de personas, algunas de las cuales residen en República Dominicana.

Podría decirse que las políticas hostiles de Estados Unidos mediante el bloqueo de las operaciones con su principal producto, el petróleo, han agravado la situación económica. Pero el deterioro por las causas conocidas es insostenible y razones ideológicas o políticas se derrumban ante lo que ya es una crisis humanitaria.

El informe de la comisionada Bachelet tiene el aval de su historia y por más que la administración Maduro pretenda desmentir, hay que darle credibilidad. El empeño en mantener el control político de Venezuela ha desmadrado toda posibilidad de una gestión mínimamente decente. Eso no debe continuar. Si bien Hugo Chávez obró de buena fe buscando un modelo sustentable de satisfacción de las necesidades de su pueblo, ha terminado en un desastre.

El momento es oportuno para la continuación del intento de diálogo auspiciado por Noruega para buscar un entendimiento entre la oposición y el gobierno de Maduro. Ayer estaba previsto el encuentro en Barbados.

Tanto el gobierno como el opositor Juan Guaidó confirmaron la reunión y habría que desear que la misma no se derrumbe antes de comenzar, porque en la víspera las partes intercambiaron ásperos insultos.

No hay que ser demasiado optimistas, pero como hemos insistido, el diálogo será siempre una posibilidad. Además, todos los intentos de los opositores por derrumbar a Maduro han fracaso.

Mientras, Maduro debe detener la política represiva indiscriminada que ha desatado el río de sangre de que nos habla Bachelet.

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