Según la Organización Mundial de la Salud, hay en el mundo 50 millones de personas con demencia, cuya forma más común es Alzheimer, para la cual no hay cura ni medicina preventiva. Pero de acuerdo a un creciente cuerpo de evidencia, sí podemos reducir potencialmente su riesgo, incluso si se tiene mayor peligro genético. ¿Cómo? Llevando un estilo de vida saludable: hacer ejercicio regular, no fumar, no ingerir mucho alcohol, vigilar la dieta y hacer actividades de estimulación mental. Está bien documentado que combinar hábitos saludables promueve una buena salud cerebral y puede reducir el riesgo de deterioro cognitivo. Buen estilo de vida debe ser la consigna de todos. Hay que enfatizarlo cuanto sea necesario para fomentar salud física y mental a largo plazo.

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