Viena. Las nubes en el horizonte económico mundial, con un posible “brexit” sin acuerdo y una guerra comercial entre Estados Unidos y China, llevaron a la OPEP a revisar a la baja su cálculo de la demanda de petróleo hasta fines de 2020.

En su informe mensual, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) prevé que el consumo mundial de crudo crezca en 1.1 millones de barriles diarios (mbd), 40.000 barriles diarios menos de lo que había estimado hace un mes.

Con ello, el promedio de la demanda en este año no superará los 100 mbd, tal y como se esperaba inicialmente, sino que se situará ligeramente por debajo de esa barrera (99,92 mbd), que recién superará en 2020 gracias a un aumento anual de 1,14 mbd.

La corrección a la baja, señala el documento, no será la última si se mantiene el actual rumbo de la economía global, que apunta a una desaceleración de los principales motores del crecimiento mundial, desde China a Estados Unidos, pasando por la Unión Europea.

“Esta previsión está sujeta a una posible revisión a la baja debido a las incertidumbres relacionadas con el rumbo de la economía global”, subraya el informe de la OPEP.

Los analistas del grupo petrolero revisaron ligeramente a la baja su pronóstico sobre el crecimiento de la economía global en 2019 al cifrarlo en el 3.1 %, tras rebajar en un 0.2% su previsión del avance de la coyuntura en EEUU, hasta el 2.4 %.

Los datos sobre el crecimiento de la Eurozona permanecen iguales, con un avance del 1.2%, mientras que China se mantiene en un 6.2% -lejos de sus mejores cifras- e India en un 6.8%.

“Las perspectivas sobre los fundamentos del mercado parecen un tanto pesimistas para el resto del año, dado el debilitado crecimiento económico, los problemas comerciales en marcha y la desaceleración del aumento de la demanda”, prevé el informe.

Según la OPEP, “grandes incertidumbres” se ciernen sobre la coyuntura del planeta, donde “el riesgo a la baja para el crecimiento económico mundial es predominante”.

Aunque el mercado petrolero mundial se encuentra en este momento más equilibrado que en meses pasados, los analistas de la OPEP ponen el foco ahora en el creciente riesgo de una desaceleración mundial y los efectos negativos de la disputa comercial entre EEUU y China.

La perspectiva descrita es similar a la planteada por la Agencia Internacional de la Energía (AIE) hace una semana, cuando también rebajó sus estimaciones sobre la demanda mundial de petróleo para este año y para el próximo en base a las menguadas perspectivas del PIB mundial publicadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La OPEP recuerda que el precio del barril de petróleo subió en los pasados meses impulsado por factores geopolíticos, como la tensión entre Irán y EEUU, así como su estrategia para reducir la producción con el objetivo de apuntalar el valor del “oro negro” mediante recortes del bombeo de sus socios y productores aliados.

Sin embargo, ni la denominada “prima geopolítica” puede contrarrestar ya la tendencia negativa de la economía global, con varios frentes abiertos y con sus principales motores gripados o con un crecimiento anémico.

A principio de julio, la OPEP y sus aliados renovaron un pacto para reducir su oferta de crudo en 1,2 mbd hasta marzo de 2020, alegando la necesidad de evitar una subida de los inventarios que afecte a los precios.

Pese a prolongar esa estrategia, el precio del barril de crudo de la OPEP ha bajado más de un 12% desde entonces y se vende por debajo de los 60 dólares: según informó hoy la organización, ayer cotizó a 58.87 dólares.

El bombeo conjunto de los 14 socios de la OPEP en julio bajó hasta los 29.61 mbd, 246,000 bd menos que en junio y muy por debajo de la demanda que estima el mundo requiere del grupo, unos 30.7 mbd.

Gran parte de la caída de la producción de la OPEP en julio se debe a Arabia Saudí, que recortó su bombeo en 131,000 bd, así como de otros países que vieron descender su producción de forma involuntaria, debido a las sanciones de EEUU o a su crisis económica, como Irán y Venezuela.

El petróleo de Texas sube un 0.7 %

El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) subió ayer un 0.7 % y cerró en 54.87 dólares el barril debido al alza que se vive en Wall Street, aunque la revisión a la baja de las previsiones de demanda de la OPEP impidió que las ganancias fueran mayores. Al final de las operaciones a viva voz en la Bolsa Mercantil de Nueva york (Nymex), los contratos de futuros de WTI para entrega en septiembre sumaron 40 centavos respecto al cierre de la jornada previa. El movimiento se produce tras dos días marcados por el temor a una recesión, entre la guerra comercial EE.UU.-China, los malos datos económicos procedentes de ese país y de Europa y, más recientemente, la caída en los rendimientos de la deuda pública. Además, las reservas de crudo aumentaron en 1,6 millones de barriles diarios inesperadamente la semana pasada, cuando los expertos calculaban que habría un descenso en los inventarios. La jornada positiva en Wall Street se contagió al mercado de petróleo, aunque no hubo una mayor subida debido a las últimas previsiones de la OPEP.

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