Roberto Pigozzi ha ido labrando su propio terreno en el esquí acuático, un deporte no tradicional en la República Dominicana, pero que lo ha llevado a cosechar buenos frutos en tan poco tiempo.
Su más reciente logro fue la obtención de la medalla de oro en los pasados Juegos Panamericanos de Lima, Perú, así como ubicarse en el cuarto lugar del escalafón mundial abierto de esquí acuático.
“Ha sido un año de muchos logros”, relata Pigozzi previo a una exhibición a la prensa de sus habilidades en Catalina Water Ski, un lago artificial ubicado en la comunidad de Boca Chica. “Seguir escalando es mi principal meta. Gracias a Dios que he contado con el apoyo de un equipo de trabajo, encabezado por mi padre, que me han dado todo ese soporte para hoy celebrar todos esos éxitos junto a ellos”, agregó.
Manifestó que, a partir de estos éxitos, tiene como meta ser campeón del mundo, que el esquí acuático sea integrado como deporte olímpico y de paso obtener una medalla.
Por lo que resta de año, Pigozzi continuará con sus estudios universitarios (cursa la carrera de comunicación digital en Unapec) y a la vez prepararse para su compromiso mundial a celebrarse en Australia en marzo del próximo año.
“Ya estamos entrenando con nuevos equipos para llegar al máximo a Australia. Antes de eso viajaremos a los Estados Unidos para practicar con el bote oficial que se utilizará en el mundial. Ese será en lo que restará de año”, dijo el joven atleta nativo de Boca Chica.
Pigozzi se inició en este deporte a la edad de ocho años, guiado por su padre, Mario Pigozzi, de nacionalidad italiana y el apoyo incondicional de su madre, Niurkys de Pigozzi.
“Roberto tiene un gran talento que lo ha demostrado con el paso del tiempo. Es dedicado a lo que hace y eso lo ha valido ser uno de los mejores del mundo”, dijo su padre Mario.
