A las elecciones de mayo 2020 los dominicanos iremos a elegir entre el continuismo del PLD, o un cambio de rumbo del país que inicie el mismo 16 de agosto próximo.

El modelo de gobierno del PLD se ha basado en el círculo vicioso voracidad fiscal-despilfarro y corrupción-endeudamiento.

Luis Abinader se ha mantenido cuestionando de manera coherente el agotamiento de ese modelo, y formulando propuestas alternativas a las malas prácticas de gobernanza morada.

Lo ha hecho de manera equilibrada, coherente con la conducta propia del estadista abierto a trabajar con la sociedad para superar 20 años de gobiernos del PLD que nos dejan sin agua, ni luz, ni salud y seguridad social, educación de calidad, sin seguridad, saneamiento, sin orden e institucionalidad, avasallados por el irrespeto y la degradación moral.

Tantas carencias, pese a llevar el PLD el endeudamiento público a extremos que colocan en situación de vulnerabilidad a la economía nacional, en un plazo tan cercano como 2023, según el FMI.

Luis ha sido el único presidenciable que ha acompañado al pueblo en su lucha contra la corrupción y la impunidad, participando en las grandes marchas verdes como figura pública de trayectoria impecable.

Lideró las luchas por las insuficientes conquistas alcanzadas en las reformas a las leyes de Partidos Políticos y del Régimen Electoral, e impulsó también los moderados equilibrios logrados en las altas cortes.

Estuvo en primera línea en la oposición a la aprobación de una reforma constitucional reeleccionista, liderando a los diputados de su partido en esa posición.

El 12 de julio predicó con los hechos, acudiendo personalmente junto a sus seguidores a una movilización  frente al Congreso a cerrarle el paso a la reforma.

Luis es el único líder opositor alrededor de quien puede articularse un gran acuerdo nacional por el cambio a que aspira alrededor del 70% del pueblo.

Esa apretada síntesis personifica a Luis como el candidato del Cambio que viene,  y explica por qué la abrumadora mayoría del perremeísmo lo escogió ya como su nominado a la Presidencia de la República para las elecciones del próximo año.

Luis Abinader tiene aura de candidato ganador desde la encuesta Gallup-Hoy de principios de año, hasta las que hizo recientemente el PLD para escoger al precandidato morado.

Esos estudios lo presentaron como el vencedor de cualquier candidato del continuismo morado, y con posibilidad de irse en primera vuelta que evite al país altos costos económicos, sociales y políticos.

De ahí la mayoría inalcanzable con que acude a las primarias del PRM pasado mañana.

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