Leonel y su oportunidad de oro

En más de una ocasión, “cuando éramos indocumentados y felices”, compartí sueños de redención social y desarrollo integral de nuestro pueblo con el que luego sería presidente Leonel Fernández.

En más de una ocasión, “cuando éramos indocumentados y felices”, compartí sueños de redención social y desarrollo integral de nuestro pueblo con el que luego sería presidente Leonel Fernández.
Bajo el frondoso limoncillo del patio de la casa nacional del PRD, dando alguna vuelta en su cepillito azul, y un par de veces en el apartamentito de la avenida Independencia, teorizamos que el desarrollo del país era viable, y que sólo faltaba que a la dirección del Estado llegara gente comprometida con esa visión.

De modo que cuando Leonel arribó al poder, vi llegada la oportunidad del despegue del desarrollo de República Dominicana en todos los órdenes.

Leonel y su PLD cumplirán pronto 20 años de ejercicio del poder, dejando al país sin educación de calidad, sin sistemas funcionales de salud y seguridad social, no crearon las presas, acueductos y drenaje sanitario que nos permitieran hacer una adecuada gestión del agua para consumo humano y trabajo, ni articularon una estrategia de preservación y saneamiento medioambiental.

Tampoco dejarán iniciada una estrategia de seguridad ciudadana y, en lo que para mí es fundamental, eliminaron la separación e independencia de los poderes del Estado y otros contrapesos que son la plataforma en que descansa la democracia.

No fueron capaces de estimular la competitividad económica ni de hacer efectivas las leyes y los pactos nacionales para darle vigencia a la Estrategia Nacional de Desarrollo que Leonel auspició.

Se esperaba que en vez de sacarnos de la lista de países en vías de subdesarrollo, como escribían Huberman y Sweezy, el PLD aprovecharían los recursos que en 20 años de 6 % de crecimiento económico aproximado, y un descomunal endeudamiento público, debieron servir para inaugurar un modelo de desarrollo sostenible.

Pero ahora es el futuro de un Leonel que es parte esencial de esos fracasos, de darse una oportunidad de oro para retomar la senda de aquellos sueños de bienestar y desarrollo integral.

Él ya no podrá ser Presidente de la República por la misma razón que Pared y Amarante Baret , entraron en escena poderes que influyen en forma trascendental en la decisión de quien sería el candidato del PLD para 2020.

Leonel está sometido a una estrategia en la que se usa todo el poder del estado para acosarlo y derribarlo. Su única forma de sobrevivir políticamente a las próximas elecciones es unirse a las fuerzas que procuran cambiar, reencarrilarlo al país por senderos de institucionalidad, desarrollo y bienestar social.

Reencontrarse en ese tránsito es la oportunidad de oro de Leonel.

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