Nuestro país construye día a día su era del video. Es habitual ya la revelación de anormalidades sociales gracias a un irrefutable video colgado en las redes sociales. Pros y contras tiene este moderno poder de todos los individuos producir y difundir al instante imágenes grabadas mediante el teléfono móvil. En su vertiente positiva, esta semana tuvimos videos ejemplares. Un camión particular desaguando suciedad en el río Jacagua, en Santiago. En plenas celdas, un reo con arma; otro celebrando una fiesta. Las autoridades procedieron en consecuencia en todos esos casos. Vimos, asimismo, videos de políticos diciendo ayer una cosa muy diferente a la que dicen hoy, quedando al desnudo su doblez. Tecnología al servicio de la verdad, fomenta conciencia y empoderamiento popular.

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