El balance de poder en la liga ha cambiado. No hay un claro favorito a la corona. Se avecinan batallas campales

Por primera vez en muchos años, el libreto del mejor baloncesto del mundo no está supeditado a la última dinastía que, como el paso de un Gengis Kan, avanzaba hasta la ronda de la lucha por la corona y en varias ocasiones celebraba su obtención.

Durante un tiempo se presagiaba la final entre Golden State vs el Cleveland de LeBron James, lo que cambió en la pasada temporada, cuando Toronto se impuso a la escuadra de Oakland que ahora se mudó hacia San Francisco. El pronóstico incluía a los Warriors.

Esta vez, no. En la contienda de la NBA, que se inicia esta noche, nadie tiene nada y lo que hay es de todo el mundo.

La salida del lesionado Kevin Durant hacia Brooklyn de inmediato cambió el balance de poder de la liga, escenario que se transformó más con otros movimientos como el de Anthony Davis a los Lakers de Los Ángeles, uniendo fuerzas con LeBron; el paso de Kawhi Leonard junto con Paul George a Los Clippers; el de Russell Westbrook a Houston y lo bien que luce Filadelfia tras la llegada de Al Horford. No se puede soslayar a Milwaukee, la escuadra que cuenta con Giannis Antetokounmpo, probablemente el primero entre sus pares en la NBA.

La contienda arranca con dos partidos. Primero los Pelicans de New Orleans ante los Raptors de Toronto, a las ocho de la noche y a las 10:30 la batalla del Staples Center entre Lakers y Clippers. New Orleans sufrió un duro golpe con la lesión del prometedor Zion Williamson, el primer seleccionado del pasado sorteo de la NBA tras azotar el baloncesto universitario en Duke. El delantero se perderá entre un mes y medio y dos meses por una cirugía en su rodilla derecha.

Ese equipo también cuenta con Brandon Ingram y Lonzo Ball, quienes llegaron desde los Lakers en el canje por Davis, y veteranos como Jrue Holliday, JJ Redick y Derrick Favors, entre otros.

¿Podrá LeBron?

No es que Golden State esté descartado. Stephen Curry y Draymond Green cargarán pesado hasta que Klay Thompson regrese de su cirugía. Pero talento hay en la tropa que dirige Steve Kerr.

Y así está la Conferencia del Oeste, mucho más complicada que la del Este. Houston Rockets, Utah Jazz, Portland, Denver, Clippers y Warriors serán obstáculos en la ruta de LeBron y los Lakers.

James, que en diciembre cumplirá 35 años, cuenta con una ventana corta para no irse de la NBA sin otro anillo. Los Lakers lucen bien en el papel y es un tema de salud, esa condición que en un deporte como el baloncesto te hunde o te salva, para ver qué tan lejos pueden llegar en esta temporada.

Los óbices estarán a la orden del día y serán gigantescos. El final de James cada vez está más cerca y despedirse con otro cetro sería la cereza ideal para uno de los mejores pasteles que se han visto en la historia, pero eso no compromete su legado, que quede claro.

Paran hacerlo tendrá que imponerse en una estación sin claro favorito y con muchas batallas por librar.

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