“Un hombre cuyo trabajo es su jardín. El que agradece por la democracia y la defiende con valor. El que descubre el silencio y lo fomenta. Dos empleados que aprovechan el tiempo libre para su intelecto. El político desarrollista y creativo. El profesional ético aun mal retribuido. Una mujer y un hombre en comunión contra desigualdad y violencia. El que protege animales y naturaleza. El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho. El que agradece por la literatura y la música que acaricia el oído. El que prefiere que los otros tengan razón. Esas personas, que se ignoran, están salvando el país”. (Versión “justa” para nosotros, dominicanos, de “Los Justos”, poema del inmortal Jorge Luis Borges).

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