Santiago. Las dificultades para trasladar las instituciones que hacen vida en la antigua fortaleza San Luis, han impedido los planes de convertir el espacio histórico en un atractivo para los turistas.
En el fortín convergen no solo la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre y el Instituto Nacional de Transporte Terrestre, sino que allí también funciona la Dirección Nacional de Control de Drogas y el comando conjunto Norte del Ministerio de Defensa. También están allí los organismos que trabajan con los pensionados de la Policía y del Ejército Nacional.
El número de vehículos incautados tanto por la DIGISET como por la DNCD, y que permanecen allí desde hace años, convierten el patio de la fortaleza San Luis en un lugar similar al de un cementerio de chatarras. En varias ocasiones, el mayor general retirado Gustavo Jorge García, quien desde el año 2003, viene trabajando en el rescate del fortín, ha planteado la necesidad de trasladar a otro lugar las entidades que hacen vida allí, para dar paso a un proyecto de restauración del espacio histórico.
Jorge García, quien fue el impulsor del museo que se encuentra en la fortaleza y de un atelier para pintura en donde funcionó por años la cárcel, considera oportuno que se busquen soluciones a las instituciones del orden, pero fuera de donde se encuentran en la actualidad.
Fernando Rosa, ex precandidato a la alcaldía del municipio de Santiago de los Caballeros, durante el pasado proceso interno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), tenía entre sus propuestas la construcción en el lugar de un parqueo municipal que permitiera desahogar a la ciudad.
La idea original es de la Asociación de Comerciantes de Santiago (ACIS), al punto que recibió el visto bueno del entonces presidente Hipólito Mejía con una concesión por 30 años, mediante el decreto 703-03, para un parqueo soterrado de tres niveles con capacidad para al menos 600 vehículos. El rechazo fue rotundo ante las pretensiones de manejarlo como propiedad privada.
