Desarrolla varios programas en el distrito municipal de Chirino, en Monte Plata, y también en Santo Domingo Este

Con el objetivo de brindar ayuda a madres solteras y a familias desposeídas, Agripina Concepción creó en el 2013 la Fundación Sembrado Sonrisas, a través de la cual ha impactado la vida de más de 200 hogares del distrito municipal de Chirino, de Monte Plata, y Santo Domingo Este, en la provincia Santo Domingo.

La primera actividad que desarrolló esta organización, fue una celebración por el Día de los Reyes con decenas de niños de Chirino, de donde es oriunda Concepción, y quien para esa época había regresado del extranjero después de varios años.

Después de eso, inició un programa de deportes donde se impartían diferentes disciplinas. Esta iniciativa fue tan fructífera que del área de taekwondo salió la campeona nacional escolar en el 2014. “Fue un momento que me motivó mucho porque habíamos trascendido. Habíamos logrado crear un impacto y la comunidad se sentía orgullosa. Confió de inmediato en nuestro proyecto”, recuerda.

Concepción recuerda que cuando tenía 12 años, al ver las precariedades en las que vivían la mayoría de los habitantes de Chirino, se prometió ayudar a quienes más lo necesitaran una vez tuviera las condiciones.

“Regresé del extranjero, y lo primero que hice fue ver cómo seguía la comunidad que me vio crecer. La encontré mal. Pero después de nuestros proyectos, que han sido acogidos por todos, las cosas han cambiado mucho y para bien. A pesar de que hacen falta muchas cosas”, señala.

En el área educativa, la organización creó dos guarderías, donde acogen gratis a niños de madres solteras y adolescentes para que puedan trabajar o estudiar. Los centros están en los parajes San Francisco y Villa Juana, de Chirino.

“Para nosotros es un gozo ver cómo las madres nos recalcan que es una gran ayuda la que hacemos al cuidar a sus hijos”, valora Concepción, quien recuerda que en una ocasión, por falta de recursos para funcionar, el centro estuvo a punto de cerrar, “pero por el respaldo de la comunidad y las puertas que tocamos seguimos en pie brindando cuidados a los pequeños”.

En estos planteles brindan cuidados 6 monitoras, que son estudiantes universitarias a las que no se les otorga un sueldo per se, sino que se les apoya pagándole los estudios y cubriendo otras necesidades.

Actualmente tienen una matrícula de 94 niños y niñas, de cero a cuatro años, “cuyas madres generalmente trabajan en Santo Domingo como domésticas, o estudian en alguna universidad”.

Sembrando Sonrisas se desarrolló más cuando Concepción conoció al padre Domingo Legua, presidente de la fundación Ciento por Uno, y vicario de la Pastoral Social del Arzobispado de Santo Domingo.

Legua tenía en ese momento un programa de donación de medicamentos del cual Concepción se hizo voluntaria. “A través de ese proyecto nosotros ayudamos a muchas personas con medicamentos caros, pero también con donaciones de material gastable al hospital de Monte Plata y al de Sabana Grande de Boyá, en Yamasá”.

En conjunto con Legua, también logró construir seis casas a madres solteras de la comunidad. “Hemos ido evolucionando en diferentes ámbitos. Las construcciones de esas casas, por ejemplo, fueron para nosotros un gran logro, porque estábamos conscientes de lo mucho que las necesitaban”, comenta.

La Fundación ganó en el Ministerio de Cultura un proyecto cultural a través del cual se impartían clases de pintura, manualidades, y otras áreas relacionadas con las artes.

“Con este proyecto buscamos despertar el talento oculto, y aprovechar que, como en el deporte, hay menos riesgo de que un niño caiga en delincuencia o vicios si practica arte”, subraya.

En el municipio de Santo Domingo Este, la entidad ha impartido diferentes cursos y talleres a madres solteras en materia de manualidades y bisutería, “para que puedan crear su propio proyecto. Incluso, ya muchas lo han hecho”.

Agripina Concepción.

Procesadora de agua beneficiará a 11 mil

Agripina Concepción cuenta que con una donación que hizo la Fundación Corripio pudieron iniciar los trabajos de una planta purificadora de agua. “Esta planta es una necesidad vital, debido a que en pleno año 2019, es inaceptable que Chirino, no cuente con agua potable, y que, por el contrario, las personas tengan que abastecerse de agua en pozos”, lamenta. Además de crear puestos de empleo, la planta pretende ampliarse más adelante y convertirse en una fábrica de hielo. Se estima que más de 11 mil personas serían beneficiadas con este proyecto. La Fundación también realiza operativos odontológicos, donde primero se hace una charla con los padres y los niños, luego las extracciones y finalmente un seguimiento a cada procedimiento.

Impacto
Estas iniciativas han beneficiado a más de 200 familias de diferentes localidades de Chirino.

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