El grave problema de la congestión vehicular se vuelve particularmente extremo en la temporada navideña. Escuelas cierran desde la tercera semana del mes y familias completas salen del país para vacacionar hasta 7 de enero, que reinician las clases. Pero con las celebraciones por doquier y llegada de extranjeros y dominicanos ausentes, no se reducen los embotellamientos. Son algo sin solución y no queda más que sobrellevarlos.

Aprovecharlos, en vez de sucumbir al estrés y disgusto que generan. Una técnica aparentemente tonta pero muy efectiva es la de “respirar por los pies”. Así como suena. Se respira profundo mientras se piensa que son los pies los que aspiran y espiran. Testimonio su utilidad para relajarse ante tapones u otros
momentos tediosos.

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