El costo de la doble carga de la malnutrición, es decir la desnutrición y la obesidad, equivale a más del 2,6% del producto interno bruto de República Dominicana, asegura un nuevo estudio del Programa Mundial de Alimentos en asociación con la Comisión Económica para América Latina y otras entidades.

La investigación, basada en cifras recopiladas en 2017, revela que el costo de esta doble carga en el país caribeño supera los 1,961 millones de dólares, que equivale al 2,6% del PIB; mientras que US$490,2 millones corresponden a costos debidos a la pérdida de productividad; US$ 1,464 millones en gastos adicionales en salud y 6,4 millones a los de educación.

“La desnutrición, el sobrepeso y la obesidad limitan el óptimo desarrollo de los individuos y el bienestar de las comunidades, impactando negativamente sobre la productividad y el crecimiento económico”, aseguró Miguel Barreto, director regional para América latina y El Caribe del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (WFP).

Reiteró el llamamiento a los países para que hagan todos los esfuerzos necesarios que permitan avanzar hacia un nuevo paradigma en los modos de producción y consumo, que es clave en la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

“Ante la doble carga de la malnutrición, es crucial redoblar esfuerzos para alcanzar el objetivo de Hambre Cero para el año 2030”, dijo Barreto.

Actualmente, 2 de cada 5 niños con desnutrición crónica no finalizan la escuela primaria y 2 de cada 5 no finalizan la secundaria, mientras que, más de un millón de dominicanos padecen diabetes e hipertensión a consecuencia del sobrepeso y la obesidad, condiciones que generan consecuencias preocupantes que limitan el desarrollo del país.

Sugieren implementar políticas públicas contra desnutrición
En el informe, se recomienda fortalecer, construir e implementar políticas públicas multisectoriales contra la malnutrición, por exceso y por defecto, de manera que propicien la disminución sostenida de las prevalencias de malnutrición a través del abordaje de las causas determinantes del problema.

“El estudio da cuenta de la manera en que interactúan las brechas sociales con el desarrollo económico, y la necesidad de invertir para cautelar el ejercicio de los derechos de las personas en el marco de un modelo de desarrollo sostenible en la región”, sostuvo Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL).

También, en las recomendaciones el informe, sugiere impulsar una estrategia multisectorial de comunicación y educación nutricional que promueva cambio social de comportamientos en alimentación y nutrición.

“Nos preocupa enormemente el hecho de que la doble carga de la malnutrición esté afectando de manera creciente a la población pobre y vulnerable de América Latina y el Caribe, lo que la convierte en un factor más de la desigualdad vigente en nuestra región”, agregó Bárcena.

WFP y la CEPAL presentaron los resultados de este informe con el Gobierno de la República Dominicana, a través del programa Progresando con Solidaridad del Gabinete de Coordinación de Políticas Sociales de la vicepresidente de la República y el Ministerio de Salud Pública, y con el apoyo del Instituto de Desnutrición de Centro América y Panamá.

El Gobierno dominicano está comprometido con el logro de la Agenda 2030 y el objetivo de Hambre Cero, entendiendo que un mundo sin hambre y malnutrición exige renovar los esfuerzos mediante nuevos métodos de trabajo.

Es por ello que diseñó y está actualmente implementando una Hoja de Ruta para llegar al Hambre Cero para el año 2030, compuesta de siete ejes estratégicos. Esto son fortalecer e implementar el marco legal; reforzar el diseño, enfoque de género e implementación de programas de seguridad alimentaria, nutrición y agricultura sostenible; generar y actualizar evidencias de alimentación y nutrición; garantizar recursos y utilizarlos eficientemente; reforzar capacidades institucionales; promocionar la educación nutricional; y coordinar de manera interinstitucional e intersectorial.

El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas salva vidas en emergencias y cambia la vida de millones de personas a través del desarrollo sostenible. Trabaja en más de 80 países alrededor del mundo, alimentando a poblaciones afectadas por conflictos y desastres, y sentando las bases para un futuro mejor.

Otros datos alarmantes de la investigación

La investigación demuestra otros lastres sociales alarmantes en República Dominicana, como que: uno de cada 10 niños y niñas menores de 5 años tienen desnutrición crónica; mientras que, tres de cada 10 niños menores de cinco años tienen anemia. El informe también arrojó que, seis de cada 10 niños y niñas menores de un año tienen anemia; mientras que, uno de cada 10 niños menores de cinco años también tiene sobrepeso u obesidad; de igual modo, tres de cada cinco mujeres de 15 a 49 años tienen sobrepeso u obesidad; por último, una de cada cinco mujeres de 15 a 49 padece de sobre peso y obesidad.

Consecuencias sociales en el país

El estudio también detalla que más de 2,000 personas fallecen por diabetes e hipertensión arterial; mientras que un 1 millón de adultos sufre de diabetes e hipertensión arterial. El informe también revela que 10,245 niños y niñas menores de 5 años fallecieron por causas asociadas a desnutrición entre el 2003 y 2017, mientras que en ese mismo periodo, se reportaron 18,756 casos de niños con bajo peso al nacer; además informa que 3,495 niños repiten cursos escolares por desnutrición.

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