Aunque se dijo que Gonzalo Castillo surgió porque ninguno de los precandidatos del danilismo “no marcaban”, hay quien sugiere que el hoy candidato presidencial siempre estuvo en la lista. Pero eso era parte de una agenda oculta. El hombre ganó méritos en una tarea que no encontró soporte militante más allá de José Ramón Peralta. Los precandidatos trabajaron para sí. Gonzalo nunca se dio por vencido, aún después de que la reforma reeleccionista fuera vencida. Y ahí está. Un precandidato recuerda ahora que fue advertido por un hombre de la intimidad del presidente Medina: No renuncies de tu Ministerio que hay otros planes. No escuchó. Pero ahora es hombre clave en el equipo de Gonzalo.

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