El 2020 empieza este miércoles 1 de enero, y a la JCE se le ha presentado una oportunidad para recuperar su imagen. Desde Washington se le ofrece que la Fundación Internacional para Sistemas Electorales (IFES), audite el software y el sistema de votación automatizado para las próximas elecciones municipales de febrero.

Ella parecía aceptar la oferta, pero su presidente, el Dr. Julio César Castaños Guzmán, se inclina en tratar los temas a su cargo con cierto aire de desplante, muy propio de quien vive en su mundo personal y no en un contexto general, por lo que acaba de firmar, sorpresivamente, un contrato con una empresa española para realizar la otra auditoría, la forense, sobre los equipos utilizados en las primarias, cuando no hay garantías de haberse conservados en ellos los precintos de seguridad.

Su sorpresiva decisión de firmar, ha dado lugar a que el abogado y candidato a senador, Vinicio Castillo Semán, procediera a depositar un recurso de reconsideración ante la misma JCE, “con el propósito de dejar sin efecto la contratación de la firma española Alhambra Eidos”.

“Se ha contratado de manera sorpresiva – declaró – y sin que ningún partido político tuviera conocimiento, un domingo en la tarde…, de manera sigilosa, sin ningún consenso, esta firma española, en momentos en el que esta propia JCE había anunciado previamente al país que en los próximos días en enero iba a llegar una firma norteamericana bajo los auspicios del Gobierno de los Estados Unidos y de la Organización de Estados Americanos (OEA)”.

La auditoría esperada es la de la Fundación Internacional para Sistemas Electorales (IFES), sobre el software y el sistema de votación automatizado a ser aplicado en febrero y posterior a ese evento comicial.

Las primarias de octubre fueron fraudulentas y el país no soportaría que desde la JCE se pretenda tardíamente justificar sus resultados, con una auditoría forense cuyos precintos de seguridad en equipos y sus aplicaciones, han sido violentados.

Lo esperado de la JCE es que recupere su credibilidad y ofrezca garantías, dando paso a una auditoría previa sobre los equipos que van a ser utilizados en febrero, con la certificación de la OEA, la Comunidad Europea y por la IFES.

Las elecciones de febrero y de mayo deberán ser libres y transparentes. Así las quiere el país y la comunidad internacional. Todo indica que el candidato del Palacio va a quedar en tercer lugar, porque serán derrotados por el Partido Fuerza del Pueblo. El nacimiento de esta organización política ha recompuesto el sistema partidario; ahora hay tres candidatos predominantes, el invento del Palacio está atrás, en tercer lugar.

El Palacio no está en una situación cómoda para seguir presionando sobre la JCE, para hacer prevalecer sus posiciones. El órgano electoral puede mostrarse con certidumbre y coherencia en estos momentos, pues es oportuno para alejarse de la presión palaciega y actuar con transparencia y recuperar la confianza perdida.

Los doctores Julio César Castaños Guzmán, Carmen Imbert Brugal, Roberto Saladín, Rosario Graciano y Henry Mejía Oviedo, junto al doctor Ramón Hilario Espiñeira, Secretario General, tienen ahora el apoyo de la comunidad internacional y de las fuerzas sociales y políticas de la sociedad dominicana, para mostrar la entereza que se espera de ellos y no ser arrastrados a las aguas turbias del Palacio Nacional.

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