Managua. Los dos movimientos opositores más importantes de Nicaragua, nacidos en medio del levantamiento popular contra el presidente Daniel Ortega, han decidido trabajar por separado en su objetivo de restablecer la democracia en el país.

Aunque la separación todavía no es oficial, Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia y la Unidad Nacional Azul y Blanco no trabajarán más en conjunto, confirmó el miembro de la segunda organización Jesús Tefel a periodistas.

“Es una decisión estratégica, vamos a tener el momento para anunciarlo. Se debe más a estrategias orgánicas que a cualquier tipo de conflicto, son procesos que se vienen haciendo desde hace meses, con el fin de hacer más clara la toma de decisiones”, sostuvo el opositor.

La Alianza Cívica nació de un grupo de opositores reunidos por el Episcopado de Nicaragua en mayo 2018, para que representaran a la población nicaragüense en el primer diálogo nacional con Ortega, al que una aparente mayoría ha exigido su renuncia por la muerte de cientos de personas en protestas antigubernamentales.

En la Alianza Cívica convergen los sectores estudiantil, laboral, campesino, costa Caribe, académico, privado y político y es el único movimiento opositor reconocido por la comunidad internacional como interlocutor de Ortega.

Unión ocurrió en 2018

La Unidad Nacional Azul y Blanco, la más amplia del país, se formó a mediados de 2018, cuando los líderes de los movimientos “autoconvocados” para protestar contra Ortega decidieron unirse, con el fin de hacer un frente común de opositores, luego de que algunos miembros de la Alianza Cívica fueron encarcelados o empujados al exilio. En la Unidad se aglomeraron organizaciones feministas, partidos políticos de centro, disidentes sandinistas, diversas ONG dedicadas a temas sociales, líderes de la diáspora y jóvenes autoconvocados, entre otros.

Posted in Destacado, InternacionalesEtiquetas

Más de destacado

Más leídas de destacado

Las Más leídas