“Hola mi amor/te hablo desde el malecón/hay luna llena/y suena en la playa un son/de un merengue sabrosón/que hace soñar/. Oye mi amor/los niños piensan en ti/y me preguntan que cuándo tú volverás/que Santo Domingo está triste sin ti”.

El estribillo es de la canción “Santo Domingo”, que el multipremiado cantautor José Luis Perales dedicó a esta tierra en su disco Navegando por ti (2006). En ella se plasma no solo la genialidad que tiene para contar historias, sino también el afecto de un artista hacia un país que le abrió hace mucho tiempo las puertas de su corazón.

“Santo Domingo es un punto y aparte dentro de toda América. No sé si es que la gente de pronto es tan expresiva con las cosas que te dicen, cómo te quieren, cómo aplauden. Yo, totalmente impresionado por la forma de expresar vuestra, tan visceral y tan cariñosa, escribí esa canción. Pero la hice de verdad, porque me encantó como era la gente”, recuerda Perales sobre esta nación que siempre ha ocupado un lugar especial en su agenda artística, tanto así que en su gira de despedida musical ha querido cantarles por última vez a los dominicanos.

El artista, de 74 años, le dice adiós a los escenarios con la gira “Baladas para una despedida”, de la que se desprenden dos conciertos en el teatro La Fiesta del hotel Jaragua, los días 13 y 14 de febrero, producidos por el empresario César Suárez Pizano.

“Aunque, desde luego, voy a volver, no a cantar, pero sí volveré a visitarlos con la calma, sin los nervios de tener que dormir bien para estar bien por las noches, de no tomar alcohol, de estar descansado, todo eso que es un sacrificio cuando uno va a cantar a los lugares para que la gente te vea en buena forma siempre. Eso lo haré, pero ya sin cantar, tal vez cante por algún rincón de la parte antigua de Santo Domingo, que es preciosa esa ciudad”, indicó.

Con este tour, Perales pone fin a medio siglo de carrera musical en vivo, pero no así a su faceta de compositor que ya rebasa el medio millar de canciones escritas para su voz y para otros cantantes. “No voy a dejar de escribir música, que es lo que sé hacer, o escribir mis libros y novelas que cada dos años publico”, aseguró. El motivo de retirarse de los escenarios no es porque no se siente bien de salud, “simplemente es que creo que con esta edad lo que me apetece es disfrutar con calma del resto de la vida que me queda” junto a su familia. “Llega un momento en el que uno cumple determinada edad, aunque no me siento absolutamente viejo, porque tengo 75 años (risas), me siento físicamente bien y la voz está estupendamente bien”, agregó.

Luego de más de cincuenta años de presentarse como solista en un festival de la canción de la Universidad Laboral de Sevilla que le deparó su primer premio, Perales piensa que consiguió más cosas de lo que había pretendido y que “he sido bastante feliz con mi profesión, con mis amigos y con mi familia”. “Ten en cuenta que mi destino de alguna manera era terminar de ser maestro industrial, electricista, que no me gustaba nada. Hubiese sido un ingeniero frustrado, porque no tenía vocación para eso, lo que me gustaba era la música”, puntualiza.

“Que canten los niños” es su tema más especial

Musicalmente hablando, la canción que más felicidad le ha proporcionado a José Luis Perales es “Que canten los niños” (Con el paso del tiempo, de 1986), una pieza que escribió a favor de los pequeños de Aldeas Infantiles SOS, para los que todavía guarda un cariño especial. Haber hecho aquel tema supuso una gran promoción a nivel mundial para Aldeas Infantiles, incluso se construyó una ciudad. “Ese es el momento más hermoso que quizás he construido con mi música, aparte de hacer feliz a muchas personas”, expresó el cantante, productor y escritor español en una entrevista con elCaribe.

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