El Sistema de las Naciones Unidas condenó ayer los últimos casos de violencia y abuso sexual cometidos contra niños y niñas en el país, al tiempo que exhortó a las autoridades a aumentar la protección hacia este segmento poblacional.
Mediante un documento, el organismo dijo que los hechos no sólo deben ser juzgados en sí mismos, sino que también deben analizarse sus causas y la responsabilidad de los diversos actores del Estado y de la sociedad.

“En primer lugar, el Sistema de las Naciones Unidas recuerda que son los Estados, los que están obligados a hacer cumplir los Derechos Humanos, siendo así los principales responsables por garantizar la integridad de los niños, niñas y adolescentes y tomar todas las medidas necesarias “hasta el máximo de los recursos de que dispongan”, para proteger esa integridad, tal como señala el artículo 4° de la Convención sobre los Derechos del Niño”, destaca.

Resalta que al Congreso le compete tomar todas las medidas legislativas tendentes a proteger a la infancia, comenzando con prohibir el matrimonio infantil y las uniones tempranas que constituyen una de las principales fuentes de violencia contra las niñas.

“Por otra parte, el Poder Judicial debe velar por la aplicación efectiva del Interés Superior del Niño y asegurarse que ambos progenitores, y particularmente el padre, cumplan con sus responsabilidades parentales, conforme con lo que señala la Ley 136-03. Así mismo, corresponde al Poder Judicial perseguir a los hombres adultos casados con menores de edad, que están cometiendo un delito de abuso sexual, aunque vivan en pareja”, detalla.

Las Naciones Unidas también exhortan al Estado a asignar todos los recursos necesarios, tanto presupuestarios como técnicos e institucionales, para que el sistema de protección de la infancia cumpla con el rol por el que fue creado.

Sostiene que la sociedad es responsable de proteger a los niños, niñas y adolescentes contra la violencia y rechazar enfáticamente la tolerancia a prácticas sociales que justifican o encubren la violencia, como el abuso infantil disfrazado de “relaciones de pareja entre hombres adultos y niñas y adolescentes”, que es ampliamente permitido en el país.

Asimismo, insiste en la necesidad de erradicar los discursos machistas que responsabilizan a las mujeres y quitan responsabilidad a los hombres sobre el abandono de los hijos, el matrimonio infantil y otras formas de violencia de género. “Para ello es vital trabajar en la formación y el apoyo a las familias para que desde la primera infancia eduquen a sus hijos e hijas sin violencia, y a sus hijos varones en el respeto e igualdad de derechos y obligaciones con sus hermanas”, insiste el organismo.

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