Pobre civismo, entre ricos

Las fundas de basura y los desperdicios sueltos desperdigados alrededor de zafacones vacíos hablan por sí solos de nuestra falta de educación y de civismo.

Las fundas de basura y los desperdicios sueltos desperdigados alrededor de zafacones vacíos hablan por sí solos de nuestra falta de educación y de civismo.

Las imágenes corresponden al sector Naco de Santo Domingo y se repiten a diario en numerosas zonas de la ciudad.

No es solo culpa del personal de servicio que carece de orientación. Los residentes y propietarios de costosas viviendas transitan en sus lujosos vehículos indiferentes ante este penoso escenario que afea su entorno y es un criadero de enfermedades para sus propias familias.

Estos focos virales son uno de nuestros males sociales que debemos deponer para siempre en un esfuerzo aunado de residentes y autoridades.

Los buenos ciudadanos no solo exigen sus derechos, también saben cumplir con sus deberes. Empecemos educando a nuestros hijos y a nuestro servicio doméstico.

Prediquemos con el ejemplo. A la vez, el Ministerio de Salud y las autoridades encargadas del aseo urbano deben aunar esfuerzos para combatir estos potenciales focos de infección de enfermedades.

Podrían establecerse días específicos para sacar la basura a la calle en zafacones tapados con fundas para esos fines, debidamente cerradas, justo cuando hayan de pasar los camiones de recogida. Esto puede ser un punto de partida.

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