Como algunos cantantes que se retiran y después retornan a los escenarios, el escritor canadiense de origen italiano Giovanni Di Pietro acaba de publicar su libro Diez lecturas de novelas dominicanas, pese a que anunció hace poco su decisión de no incursionar más en el campo que, según revela, tantos sinsabores le ha provocado. Su regreso lo explica como un recurso “para no caer en la abulia y sentirnos inútiles en la vida. Hacer “lecturas” de las novelas dominicanas, podemos decir, nos ha permitido llenar un vacío existencial que hemos llevado por dentro desde siempre. Ha sido y sigue siendo una actividad que le da sentido a nuestra vida”. Reconoce en su labor un fin terapéutico que “para nosotros, ha tenido y sigue teniendo su utilidad, y sería de bobos no reconocerlo”.

Las novelas comentadas esta vez son Nadie te vio morir, de Luis Beiro; El caso número cien, de Avelino Stanley; La sombra de la muerte, de José Tomás Pérez; El niño que no tuvo tambor, de Cornelia Margarita Torres; Un mediocre exitoso en un país de estúpidos, de Marcos Rodríguez; Al pie de la escalera del otro, de Alex Ferreras; Nosotras, las de entonces, de Margarita Cordero; Sotanas en el lodo, de Néstror Medrano; Al borde del Edén, de Máximo Vega y El secreto del monje, de Arnaldo Espaillat Cabral. Tal como señala el prologuista, para Di Pietro, sólo las obras de Rodríguez, Medrano y Cordero concitan “lecturas” que podrían calificarse de “positivas”.

En la novela de Stanley observa el feminismo utilitario del emprendedor, mientras que en las de sus amigos Beiro y Ferreras ve el “fracaso” y las profundas “fallas estructurales”. No compartimos el criterio de que con Nosotras, las de entonces se introduzca en la novelística criolla “una modalidad nueva e inédita: la novela feminista”. El propio Giovanni dice a seguidas que antes se habían publicado otras novelas con esa ideología, pero que ésta es “feminista de cabo a rabo”. Seguiremos con el tema en la próxima entrega.

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