Descubrir nuevas manchas, lunares o protuberancias, así como observar cambios en las ya existentes, son señales de que se debe acudir de manera urgente al especialista

La palabra tumor genera en cualquier persona preocupación. Sin embargo, el realizarse un autoexamen de la piel ayuda a detectar y prevenir los tumores, los cuales se pueden desarrollar y expandirse a cualquier otra parte del cuerpo.

Dicha aseveración lo hace la dermatóloga y cirujana la doctora Emma Guzmán del Instituto Dermatológico Dominicano y Cirugía de Piel “Dr. Huberto Bogaert Díaz”, quien también expone que en el país los tumores en la piel son muy frecuentes, pero en la mayoría de los casos, se tratan de lesiones benignas.

La especialista define el tumor como una masa de tejido de una parte del organismo cuyas células sufren un crecimiento anormal y no tienen ninguna función fisiológica. Éstas células tienen tendencia a invadir otras partes del cuerpo.

Guzmán prosigue “las lesiones benignas pueden tener su origen en los diferentes tejidos y estructuras de la piel. Su evolución es crónica y no afectan a la salud, sólo provocan alteraciones funcionales o estéticas. Con frecuencia vemos lipomas, fibromas blandos, queratosis seborreicas, nuevos dérmicos y otras lesiones de extirpe celular benigno”.

El año pasado, el Instituto Dermatológico y Cirugía de Piel (IDCP) registró 2,379 tumores diagnosticados con biopsia de los cuales 1,320 son benignos y el resto son del tipo maligno, de ahí la insistencia por parte de la especialista en el autoexamen de la piel.

Precisa que estas lesiones pueden ser congénitas y/o adquiridas, sólo en escasas ocasiones, y con el tiempo, pueden evolucionar hacia la malignidad, por lo que suele ser necesario el diagnóstico precoz y el control de su evolución.

“Esto significa que siempre que observemos una lesión nueva, una que ha cambiado su aspecto o aquellas lesiones que sangran, debemos acudir al dermatólogo”, comenta Guzmán.

Por tal razón, la dermatóloga aconseja vigilar las lesiones cutáneas de forma periódica, ya que es una práctica que ayuda a prevenir estas patologías. “Descubrir nuevas manchas, lunares o protuberancias, observar cambios en las ya existentes, bordes irregulares y el sangrado pueden ser signos de alarma para acudir al especialista”, puntualiza.

Autoexamen
La detección de tumores en la piel comienza con la observación. Es por ello que los especialistas aconsejan vigilar periódicamente si hay cambios en lunares o si aparecen nuevos.

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