Madrid.- La expansión acelerada del coronavirus en España, especialmente en la región de Madrid, ha hecho que el personal sanitario sea insuficiente en los hospitales que poco a poco se ven saturados, por lo que las autoridades se han lanzado a buscar con urgencia a más profesionales.
«Año y medio sin recibir ofertas de bolsas de empleo de hospitales públicos y, de repente, en un día, seis de ellos me llaman para que, de forma urgente, supla al personal de enfermería que se encuentra en cuarentena por el coronavirus», relata a Efe una joven enfermera que prefiere el anonimato.
El martes pasado, cuando la epidemia se había acelerado en la región de Madrid (que acumula más de la mitad de casos en España), tuvo llamadas de los hospitales tres de los principales hospitales de la capital, así como de otros tres de ciudades de su periferia.
No en vano, las autoridades sanitarias de Madrid comunicaron este jueves a los sindicatos la suspensión de permisos y licencias de vacaciones del personal sanitario por el progreso de la epidemia de coronavirus, y autorizó a los centros de atención a flexibilizar las jornadas laborales según las necesidades.
El miércoles, 375 profesionales sanitarios estaban en aislamiento en Madrid por sospecha de coronavirus, mientras se anunció la contratación de 951 profesionales de refuerzo.
Y el gobierno regional de Valencia (este), que también anunció la suspensión de días libres y vacaciones, presentó hoy un plan para incorporar a 846 profesionales sanitarios de todos los ámbitos y categorías profesionales que reforzarán las necesidades asistenciales.
La región del País Vasco (norte), donde también muchos sanitarios quedaron aislados la pasada semana por posible contagio, informó hoy de que estudia reincorporar a médicos recién jubilados para atender los servicios de salud «mientras dure la crisis» del coronavirus, posibilidad que se extiende a todo el personal sanitario.
Marta (nombre ficticio de la joven enfermera) acabó los estudios hace dos años y está en la bolsa de trabajo de enfermería de Madrid, de la región de Castilla-La Mancha y de la de varios hospitales, a los que hay que enviar un currículo actualizado anualmente.
Asegura que solo una vez se pusieron al habla con ella desde la región madrileña desde que se graduó, pero que, como ya estaba trabajando, desestimó la oferta.
Hasta esta semana ha ido hilando contratos en el sector privado y alguna estancia de voluntariado sanitario en Latinoamérica.
Pero tras las llamadas recibidas ha querido poner su «granito de arena» para resolver la esta crisis sanitaria desde la sanidad pública.
Por ello, ha suspendido el contrato que tenía vigente por unos meses en una empresa privada y ha aceptado el de un hospital de Castilla-La Mancha, cercana Madrid.
En su primer día de trabajo, ayer miércoles, Marta tuvo que atender a los pacientes de 8 habitaciones dobles, es decir, 16 personas, cinco de ellas en el sector de «aislados».
Marta subraya que se trabaja con «medios un poco precarios», pues ella misma ha tenido que lavar «con alcohol y lejía» los tensiómetros porque no había suficientes aparatos.
Además, disponen de mascarillas adecuadas para atender a los casos confirmados por el virus, pero para el resto lo hacen con las normales.
«Somos indispensables», enfatiza secretaria general técnica del sindicato de Enfermería (Satse), María José García, quien denunciado la «sobrecarga» que están soportando estos días o las «carencias de material» que «está empezando a notarse en algunas regiones».
