El Salmo 46:10 nos reta a a una tarea muy difícil a la hora de creer. Lo comparo al hecho de que muchas veces permanecer quietos a algunos nos cuesta todo. Una vez pasando por un aula escolar que me tocaba supervisar comencé a notar que el niño más intranquilo de la clase se estaba auto controlando a tal punto que le pregunté a la maestra ¿ Y éste cambio en el niño, que lo ha ocasionado? Y me dijo, él lo decidió pero felicítelo y motívelo porque yo sé que por dentro está de pies y saltando. Así muchos oramos y parecemos quietos y de rodillas pero giramos en preocupaciones, incredulidades y ansiedad. Que tu quietud venga de la paz que reconoce a aquel que tiene todo bajo control!

Posted in Rosas para el alma

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas