Conciencias prestadas
Señor director. A raíz de los últimos acontecimientos nacionales, quiero compartir la siguiente reflexión.

Los seres humanos debemos crear la vida que deseamos y merecemos, y no permitir que nos presten conciencias, que nos vistan de ideales ajenos, que nos atormenten inseguridades que nunca fueron nuestras, que nos confundan el camino que hace tiempo trazamos y que nos usen de marionetas. Y lo que es peor, que nos arruinen la existencia manipulándonos, doblegándonos y convirtiéndonos en lo que no somos.

El inicio de año es un buen aliciente para que dejemos de vivir las vidas de los otros, sean nuestros antecesores (abuelos, padres), sean nuestros mentores, amigos o familiares, sea nuestra pareja, o sea quien sea.

Detengamos ese perpetuar las conductas de generación en generación, desprendamos ese embrión enquistado que está sobrecargándonos de cosas inútiles y ajenas a nuestro pensar y sentir, minando nuestras alas, limitando nuestro potencial y nuestras vidas.

No debemos permitir que nos sigan pasando los años sin haber notado un avance en nuestro andar, un crecimiento interior que nos renueve el alma, y nos haga sentir vivos y con ganas de ser quienes sabemos internamente que somos, de hacer lo que queremos hacer y de amar todo lo que somos y representamos. De nada nos servirá ser una mera copia.

Por mucho que nos fuercen los medios y la sociedad, hay un límite que no debemos cruzar, un punto de equilibrio que no debemos perder, y un estado de consciencia que tenemos que defender a toda costa.

Nada de creer en:
Cuentos de color rosa con finales siempre felices.
Imposiciones arbitrarias y retrógradas que a la larga nos perjudican. Por mucho que vengan de la mano de nuestros progenitores o mentores.
Promesas políticas o sentimentales, carecen de fundamento y casi siempre se las lleva el viento.
Religiones posesivas y poco liberadoras.
Falsas verdades…
Debemos escudriñar, explorar y buscar nuestra verdad, pensar por nosotros mismos y actuar en consonancia con esto. Y con toda la fe posible, “creer en uno mismo”.

Tenemos el compromiso de elevarnos, alzar el vuelo y volar como pájaros, tan alto como podamos, posarnos con firmeza en el árbol de la vida, y trinar en sus ramas, oler sus flores, beber su néctar y probar sus frutos. Lo que es lo mismo que usar todo nuestro potencial y lograr ser uno mismo y nadie más.

Aprovechemos este 2020 para redescubrirnos como pensantes, y defender nuestros ideales y nuestro derecho a vivir en libertad emocional y de pensamiento, con autenticidad de conciencia, valorándonos y respetándonos, amando nuestra vida y nuestro hábitat, y con esa autenticidad de conciencia, valoraremos, respetaremos y amaremos a los demás.

Nuestra juventud ha dado ejemplo de civismo y se ha conducido con un alto nivel de sensatez de manera pacífica y respetuosa. Esto es un punto a nuestro favor como ciudadanos y como país, no tronchemos sus alas, que solo claman por vivir con dignidad, en libertad y en paz.

Idalia Harolina Payano Tolentino
Colaboradora

Posted in Correo de lectores, Edición Impresa, Opiniones

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas